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José Luis Aspiolea Presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos

Con permiso... Tres preguntas

En declaraciones recogidas por la agencia Prensa Latina, el presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, José Luis Aspiolea, asegura que Cuba se está viendo golpeada desde hace más de una año por una de las mayores sequías de su historia. La situación obliga a los ciudadanos del país a avanzar en la cultura del ahorro de los recursos acuíferos, del mismo modo en que las autoridades tendrán que tomar medidas para remozar y actualizar las infraestructuras, tanto a corto como a largo plazo. La inversiones de urgencia ascienden ya a más de 20 millones de dólares, pero la situación aún es crítica. En declaraciones recogidas por la agencia Prensa Latina, el presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, José Luis Aspiolea, asegura que Cuba se está viendo golpeada desde hace más de una año por una de las mayores sequías de su historia. La situación obliga a los ciudadanos del país a avanzar en la cultura del ahorro de los recursos acuíferos, del mismo modo en que las autoridades tendrán que tomar medidas para remozar y actualizar las infraestructuras, tanto a corto como a largo plazo. La inversiones de urgencia ascienden ya a más de 20 millones de dólares, pero la situación aún es crítica.

-¿Cuál es el impacto que está teniendo la persistencia de la sequía en la sociedad y la economía de Cuba?

-Cuba ha puesto en marcha un plan de acción para combatir y superar las situaciones de tensión económica y los problemas en el abastecimiento de agua del país que se están produciendo por culpa de la sequía que azota a la Isla. En estos momentos, los embalses sufren con fuerza la manifestación de la falta de lluvia. De hecho, a finales de enero de este año había en ellos 1.983 millones de metros cúbicos menos que en las mismas fechas del pasado año. Ahora, sólo hay 3.071 millones de metros cúbicos almacenados, lo que supone únicamente un 35% de su capacidad total.

Es, claro, una consecuencia de que a 31 de diciembre del pasado año la lluvia acumulada en todo el territorio nacional era de 0,952 litros por metro cuadrado, lo que supone el 69% del promedio histórico por año. Es más, desde 1901 no había habido un comportamiento de este tipo en las precipitaciones atmosféricas. Y la tendencia se mantiene. El año 2005 se ha iniciado con un enero muy seco, sólo 0,044 litros por metro cuadrado, lo que supone la mitad de la media histórica de ese periodo.

-¿Cómo afectaron los ciclones recientes a la captación de recursos acuíferos en las distintas zonas del país ?

-Los únicos territorios del país favorecidos en un 50% por los recientes ciclones Charley e Iván fueron Pinar del Río, Isla de la Juventud y Cienfuegos. Asimismo, el panorama que presentan las presas de las provincias de Camagüey, al 14% de llenado, así como las de Las Tunas, Ciego de Avila, Sancti Spíritus y Granma, con menos del 30%, debe considerarse crítico. De las 235 presas en explotación, 114 no están siquiera al 25% de su aprovechamiento y, de ellas, 41 se encuentran por debajo del llamado «volumen muerto», es decir, que ya no pueden utilizarse. Esa es la dura realidad de la Isla hoy, pero creo que lo más importante es que se conoce perfectamente dónde hace falta realizar obras con mayor urgencia. Esto constituye uno de los objetivos de la Comisión Central de Gobierno, que se mantiene al día en las dificultades de cada provincia y municipio. Cuba, además, se enfrenta a esta coyuntura desfavorable sólo con sus propios recursos, porque no dispone, como ocurre en otros lugares, de créditos de urgencia, ni del Banco Mundial ni del Banco Interamericano de Desarrollo.

-¿Se han realizado inversiones de urgencia para solucionar la crisis?

-De hecho en los últimos meses ya hemos invertido en nuevas obras de infraestructura más de 20 millones de dólares. El plan de acción y las medidas que va a adoptar el Gobierno, en correlación con los 20 organismos integrantes de la Comisión Central se encaminan a enfrentar la peor variante: que 2005 sea otro año seco, aunque todos tenemos la esperanza de que no suceda de inmediato. Pero los cubanos tenemos que saber que la disponibilidad de agua es muy baja, que tenemos uno de los promedios más bajos por habitante del mundo y que estamos obligados a elevar la cultura del ahorro y, como sucede ahora, aprovechar la inteligencia y las iniciativas para proteger ese recurso. La dirección del país y personalmente el presidente, Fidel Castro, siguen paso a paso la situación para poner los recursos disponibles en función de atenuar los daños. En ese sentido, los carros-cisterna que abastecen en estos momentos a la población afectada por la sequía, que son más de 1,834 millones de personas, dan más de 7.000 viajes diarios para hacerlo, en los cuales gastan casi 51.000 litros de combustible.

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