LOS CUBANÓLOGOS más expertos insisten mucho en en que la quietud de la superficie que se aprecia en las actuales relaciones bilaterales de EEUU y Cuba, casi cerca de la buena vecindad, esconde en lo profundo gran agitación y muchas cosas que pasan. Por eso, sólo de vez en cuando surge alguna noticia que capta la atención de los menos avisados sobre esos avances ciertos que se estarían produciendo. LOS CUBANÓLOGOS más expertos insisten mucho en en que la quietud de la superficie que se aprecia en las actuales relaciones bilaterales de EEUU y Cuba, casi cerca de la buena vecindad, esconde en lo profundo gran agitación y muchas cosas que pasan. Por eso, sólo de vez en cuando surge alguna noticia que capta la atención de los menos avisados sobre esos avances ciertos que se estarían produciendo.
Este es el caso de las informaciones aparecidas estos días en el Miami Herald sobre la invitación cursada por el Gobierno cubano a un grupo de funcionarios estadounidenses para que se reanuden las negociaciones sobre el restablecimiento del correo directo entre ambos países.
El pasado mes de junio Cuba y EEUU reanudaron estas conversaciones exploratorias con el fin de instaurar el servicio postal directo que terminó entre ambos países en el año 1963, poco después de la revolución en la Isla, por lo que las cartas pasan obligatoriamente por un tercer país, normalmente México, Canadá o Panamá.
Tras este primer encuentro, Cuba consideró satisfactorias y provechosas las reuniones mantenidas entre los funcionarios de las administraciones postales de la Isla caribeña y EEUU, por lo que ambas representaciones acordaron dar continuidad a las conversaciones. De ahí la invitación cursada.
