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Bruselas se ‘acerca’ a La Habana tras el fin de las preferencias arancelarias

Desde el pasado 1 de enero, Cuba ha perdido las preferencias arancelarias de que gozaba una vez que la renta media del país superó el límite establecido por las normas comunitarias para esta ‘medida de gracia‘. Desde el pasado 1 de enero, Cuba ha perdido las preferencias arancelarias de que gozaba una vez que la renta media del país superó el límite establecido por las normas comunitarias para esta ‘medida de gracia‘. La situación afecta a algunos rubros de exportación con gran peso en la economía de la Isla, como el tabaco, por ejemplo, y también a los intereses económicos de algunos inversores europeos.

Se trata, además, de un problema que pudo evitarse, según aseguran fuentes diplomáticas europeas si La Habana y Bruselas hubieran cerrado un pacto al respecto, pero el Gobierno cubano no fijó con tiempo los contenidos de la negociación. De momento, Europa está dispuesta a eliminar obstáculos y planea desmantelar la Posición Común.

Una vieja aspiración de Cuba que considera este asunto un paso previo para entablar cualquier negociación. El primer signo de este acercamiento se ha producido ya. Y de un modo directo. En 1996, Holanda fue uno de los principales apoyos que encontró José María Aznar para conseguir que Europa endureciera su postura política contra Cuba y adoptase una Posición Común menos tolerante con el ‘castrismo’. Pero dieciocho años después de la cristalización de una iniciativa que se ha mantenido desde entonces, los holandeses creen que ha llegado la hora de cambiar.

El encargado de hacer público este giro ha sido Frans Timmermans, el ministro de Asuntos Exteriores de este país, que ha realizado una visita oficial a la Isla en estos días. Su visita, la primera que realiza a Cuba un canciller holandés desde 1959, tiene así un mayor carácter histórico y da pistas sobre lo que podrá pasar en un futuro, porque aumentan los partidarios del cambio. En informaciones periodísticas recientes se asegura que España, en lo que sería un giro de Mariano Rajoy en la postura oficial de los conservadores sobre Cuba que fijó Aznar, estaría de acuerdo con enterrar la Posición Común. Lo mismo que otros antiguos ‘valedores‘ de la línea dura como Alemania y Reino Unido. El problema es que la decisión tiene que ser unánime y la República Checa aún se resiste. Pero podría cambiar su postura con alguna ‘concesión‘ de La Habana relacionada con las actividades de la disidencia.

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