COMO GENERADOR de empleos, el trabajo por cuenta propia, o ‘cuentapropismo’, como familiarmente se le conoce en la Isla, ha dado la oportunidad de ejercer determinadas modalidades a muchos ciudadanos. COMO GENERADOR de empleos, el trabajo por cuenta propia, o ‘cuentapropismo’, como familiarmente se le conoce en la Isla, ha dado la oportunidad de ejercer determinadas modalidades a muchos ciudadanos. No hay duda de que el panorama económico y social cubano ha ganado diversidad y dinamismo desde que a principios de la pasada década el Gobierno de Raúl Castro apostó por esta modalidad con el fin de reducir la abultada plantilla estatal.
Pero no todo son buenas nuevas para los trabajadores por cuenta propia, al menos para los entrevistados por un equipo de reporteros del diario Granma, órgano oficial de Partido Comunista de Cuba.
Varias son sus preocupaciones en este escenario laboral, que van desde la necesidad de un mercado donde abastecerse de manera estable, hasta otras relacionadas con el contenido de las licencias, el sistema tributario y la labor de los órganos de supervisión.
Sobre las dificultades que más les afectan, mencionan la frecuente falta de materiales para ejercer su trabajo, pues no siempre se encuentran los suministros necesarios; es decir, la presencia y la calidad de las ofertas en la red comercial es inestable, además de los altos precios que se pagan, ya sea en pesos cubanos (CUP) o en CUC.
Granma reconoce por primera vez los problemas a los que se enfrenta, por lo que el Gobierno tomará las medidas necesarias para conseguir que exista un mercado mayorista con precios razonables para que los trabajadores privados puedan comprar lo que necesitan.
