Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Los cubanos, escépticos ante la nueva Ley

LOS CUBANOS ya tienen una nueva Ley de la Inversión Extranjera, aprobada el pasado sábado, aunque a decir verdad, este fin de semana la mayoría estuvieron más pendientes de los resultados de la serie nacional de béisbol, que ya está en su etapa final, que de la aprobación del documento. LOS CUBANOS ya tienen una nueva Ley de la Inversión Extranjera, aprobada el pasado sábado, aunque a decir verdad, este fin de semana la mayoría estuvieron más pendientes de los resultados de la serie nacional de béisbol, que ya está en su etapa final, que de la aprobación del documento.

Y no por falta de información, pues la prensa ha brindado detalles más o menos abundantes sobre el contenido de la legislación, aunque la mayoría de la gente no le haya echo mucho caso, más ocupada y preocupada por “la lucha” diaria por la supervivencia.

Como es lógico, la propaganda también se ha centrado en calificar a esta ley como un paso trascendental dentro de los cambios que se realizan en el país y para promover el desarrollo nacional, pues como ha dicho el vicepresidente del Consejo de Ministros Marino Murillo, “se necesita anualmente la recepción de por lo menos entre 2.000 y 2.500 millones de dólares en inversiones directas y un crecimiento anual del PIB superior al 5%”, pero desde hace mucho no se logra ni una cosa ni la otra.

También los blogueros cubanos le han echado el ojo al texto de la ley pero de forma más crítica, como es el caso de La Joven Cuba, en el cual el profesor universitario Roberto Peralo advierte que “la aplicación de la nueva ley de inversión extranjera será la que determine el éxito o el fracaso del nuevo modelo económico cubano”.

Añade que “es fácil percatarse que las transformaciones realizadas en la economía no han dado el resultado esperado hasta el momento. No es porque las medidas tomadas no han sido las correctas sino porque carecen de un enfoque integral y unido a la resistencia de un importante grupo de funcionarios ‘al cambio‘ se ven muchas transformaciones pero muy pocas mejorías”.

En un artículo bajo el sugerente titulo de ‘La ley que define el juego‘, asegura que esta “va a significar un punto de viraje a la economía cubana: para bien o para mal. Aparecerán riesgos para la sociedad cubana, donde ni leyes ni resoluciones serán suficientes para mitigar su impacto. La clave va a estar en la interpretación y la forma en que lo lleven a la práctica, los responsables de implementar dicha Ley”. Y sin pelos en la lengua alerta que “Si nuestros dirigentes no son capaces de buscar un equilibrio en este nuevo escenario, la nueva Ley no será capaz de atraer las inversiones que permitan acelerar el crecimiento económico, convirtiéndose en letra muerta”.

Para Amilcar, un estudiante universitario “el kid de la cosa siempre va a ser la motivación de los trabajadores ya que el hombre es el factor fundamental, y si esta ley no piensa en eso entonces todo sigue igual”.

Más información

Scroll al inicio