EN LA DETERIORADA economía cubana, si algo anda bien es el sector de la biotecnología, “olvidado” a nivel mundial, y en el cual las autoridades cubanas han logrado implementar y afianzar todo el proceso que va desde las investigaciones hasta la producción y comercialización. EN LA DETERIORADA economía cubana, si algo anda bien es el sector de la biotecnología, “olvidado” a nivel mundial, y en el cual las autoridades cubanas han logrado implementar y afianzar todo el proceso que va desde las investigaciones hasta la producción y comercialización.
Así, científicos del Centro de Inmunología Molecular (CIM), de La Habana, avanzan entre sus principales líneas de investigación en la inmunoterapia del cáncer, con novedosos productos de la biotecnología que pueden usarse durante mucho tiempo, incluso más allá de la progresión de la enfermedad, y se emplean también en pacientes adultos mayores, quienes generalmente no son susceptibles de recibir los tratamientos convencionales más agresivos, como la quimio y la radioterapia.
Según informó recientemente el director del CIM, Agustín Lage, científicos y médicos evalúan la aplicación en la Isla de la vacuna terapéutica ‘Racotumomab‘ (Vaxira), desarrollada por el CIM para el cáncer de pulmón avanzado, de células no pequeñas. El inmunógeno, que ya se emplea en la atención primaria de salud tras obtener el registro en 2012, ha mostrado resultados alentadores de supervivencia y mejoría de la calidad de vida de los pacientes.
La gerente comercial y de negocios de la empresa comercializadora de productos y servicios del CIM, Alina Hernández, citada por la prensa local, dijo que ese producto es seguro, sin efectos adversos y cuenta con registro en Cuba y Argentina.
El preparado se emplea en los estudios de fase IV (la más extendida en su aplicación) del cáncer de pulmón, el más frecuente y de peor pronóstico.
