EN LOS ÚLTIMOS DÍAS no cesan las bolas en La Habana sobre la inminencia o no de un cambio de moneda. EN LOS ÚLTIMOS DÍAS no cesan las bolas en La Habana sobre la inminencia o no de un cambio de moneda.
Así dice la gente, pero en realidad no se trata de que vaya a aparecer una nueva moneda en sustitución del peso cubano (CUP) y el peso convertible (CUC) sino de una unificación monetaria en la cual desaparecerá una de las dos.
A nivel de calle la cosa se complica para la gente, pues nadie quiere perder con el cambio y esa preocupación es el motor impulsor de los comentarios.
Para algunos, toma tintes casi frenéticos y cualquier suceso fuera de lo común es interpretado como un indicio.
Hace unos días, una casa de cambio (Cadeca) cerró sus puertas, al parecer por algún problema técnico, suficiente para que uno de los transeúntes alertara a otro: “Las Cadecas están cerradas porque el lunes ya van a hacer el cambio de moneda”. Así anda la cosa. Las bolas, de paso, se nutren en buena medida de lo que opinan públicamente algunos más conocedores del tema, aunque esos especialistas tampoco se ponen de acuerdo.
Recientemente, José Luis Rodríguez, quien fuera ministro de Economía y Planificación, expresó en un enjundioso artículo que el proceso de unificación monetaria es la medida más compleja que debe emprender el Gobierno en su proceso de reformas y pronosticó que demorará “por lo menos tres años en completarse”.
Sin embargo, Pável Vidal, experto en temas financieros, dijo que la unificación monetaria, a su entender, llegaría “más rápido de lo que se pensaba”, tras analizar las últimas resoluciones sobre el tema emitidas por el Ministerio de Finanzas y Precios.
Por su parte, el vicepresidente del Consejo de Ministros Marino Murillo, responsable del proceso de “actualización” de la economía, ha dicho que el proceso comienza a implementarse este año y se prolongará hasta el 2015.
