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El Gobierno cubano se deja querer a la espera de ver por dónde circula el carril de la historia

En 15 días...

Mientras, poco a poco, prosigue el lento proceso de apertura económica que puso en marcha el presidente cubano, Raúl Castro, cuando llegó al poder hace ya casi ocho años, las consecuencias de esa tímida apertura, cuyo ritmo exaspera a la mayoría de los cubanos, que siguen con problemas para sobrevivir, empieza a tener un cierto impacto en la escena internacional. Mientras, poco a poco, prosigue el lento proceso de apertura económica que puso en marcha el presidente cubano, Raúl Castro, cuando llegó al poder hace ya casi ocho años, las consecuencias de esa tímida apertura, cuyo ritmo exaspera a la mayoría de los cubanos, que siguen con problemas para sobrevivir, empieza a tener un cierto impacto en la escena internacional. De hecho, de un tiempo a esta parte, se suceden los movimientos, más o menos a la vista, de distintos países, y sus respectivos sectores empresariales, que toman posiciones ahora con idea de jugar algún papel en el futuro.

La debilidad de Venezuela tras el fallecimiento de Hugo Chávez anima aún más un proceso en el que Brasil parece tomar la delantera gracias a su implicación en la puesta en marcha del proyecto del Puerto de Mariel, cuyas obras ha financiado. Pero hay muchos jugadores y el partido no ha hecho más que empezar. Incluso, algunos países como Francia, que llevaban mucho tiempo alejados de la nación caribeña parecen tener intenciones de protagonizar un regreso paulatino.

En EEUU, algunos grupos de presión importantes parecen haber lanzado una ofensiva contundente y presionan a Obama, para que usando la prerrogativa presidencial permita el intercambio económico con Cuba. Quieren facilidades financieras y un escenario similar al que habría si se levantara el embargo y creen que puede conseguirse por la puerta de atrás sin necesidad de un consenso parlamentario en el Congreso y el Senado.

En paralelo, Rusia sigue avanzando también, especialmente con la firma de importantes acuerdos en el sector petrolero, y empieza a ‘ofrecerse‘ como posible prestamista para algunos proyectos comunes. Y mientras estos movimientos se concretan, el Gobierno cubano se deja querer y juega el papel que le corresponde, con cuidado de no poner todos los huevos en la misma cesta. A la espera de ver, en fin, por dónde circula el carril de la historia en los próximos meses.

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