Terminadas la vacaciones de julio y agosto, quienes consideran la televisión su pasatiempo favorito o al menos encuentran en ella algo para matar el tiempo libre en las noches tremendamente calurosas de este año, ven con cierto temor que la programación de verano llega a su fin y que los cinco canales de cobertura nacional volverán a la normalidad, o lo que es lo mismo, a una rutina marcada para muchos por el aburrimiento. Terminadas la vacaciones de julio y agosto, quienes consideran la televisión su pasatiempo favorito o al menos encuentran en ella algo para matar el tiempo libre en las noches tremendamente calurosas de este año, ven con cierto temor que la programación de verano llega a su fin y que los cinco canales de cobertura nacional volverán a la normalidad, o lo que es lo mismo, a una rutina marcada para muchos por el aburrimiento.
Ciertamente, los directivos de la TV hicieron lo indecible para complacer a una teleaudiencia de todos los gustos y edades y, a decir verdad, casi lo consiguieron, salvando, por supuesto, a aquellos que son eternamente inconformes y que están convencidos, aunque nunca hayan visto otra cosas, de que la televisión cubana no sirve para nada, sin reparar, al parecer, que una gran parte de la programación correspondió a materiales extranjeros, pues por mucho que lo intente, el Instituto Cubano de Radio y Televisión no cuenta con los recursos para cubrir con programas propios las parrillas de los cinco canales las 24 horas. Para satisfacer a todos en la medida de lo posible, programó cientos de películas, decenas de series de todo tipo; animados y programas infantiles, espacios dedicados especialmente a los jóvenes, una buena carga de musicales con las estrellas internacionales del momento y nacionales, una completísima programación deportiva y -algo que no podía faltar-, una sobredosis de telenovelas, con una argentina, otra colombiana y dos brasileñas, en tanda corrida de lunes a viernes.
Y se puede decir que se apuntó un tanto importante, pues al parecer disminuyó entre muchos la adquisición de ‘El Paquete’, un compendio completo de materiales de todo tipo descargados ilegal y directamente de Internet y llevado por sus ‘realizadores’ hasta la propia casa por módicos precios.
No obstante, para quienes van más allá de la TV, septiembre depara una buena sorpresa, pues La Habana pretende convertirse en un gran escenario donde confluyan en programación simultánea todas las manifestaciones, géneros, estilos y artistas en el evento Habanarte 2014, calificado como la gran fiesta de la cultura cubana, que acogerá la capital, del 11 al 21.
‘Todo el arte de una vez’ es el lema de este ambicioso proyecto, convocado por el Ministerio de Cultura, sus empresas e instituciones, en un esfuerzo conjunto que permitirá conjugar en paralelo -dicen-, los mejores productos y servicios artísticos del país.
Así, durante 10 días los amantes de la salsa podrán disfrutar lo mismo de los Van Van, Pupi y los que Son Son, Habana de Primera o NG la Banda. Si prefieren la música más tradicional, en la programación estarán Eliades Ochoa y la diva Omara Portuondo, así como los sextetos Habanero e Ignacio Piñeiro.
Con igual variedad encontrarán espacio los amantes de todos los géneros, desde la trova y la canción romántica, hasta el jazz o la música clásica, toda con sello y firma de creadores cubanos.
Durante las jornadas de Habanarte se presentarán los mejores exponentes de la cultura cubana y se mezclarán los artistas más experimentados “con los más jóvenes exponentes de las artes visuales, la danza, el teatro, la literatura y la música en Cuba”, según explicó el viceministro de Cultura Fernando Rojas.
“Serán 10 días en que la capital cubana se abrirá para quien realmente desee consumir en Cuba arte cubano mediante la visita a galerías, museos, talleres de renombrados artistas, espacios de ensayos de compañías de danza o teatro y estudios de grabación”. “Este megaevento se anuncia como una gran oportunidad, pero también constituye un gran desafío, pues nunca se había organizado algo que programara al mismo tiempo y en diversos espacios de la capital cubana los mejores exponentes de todas nuestras manifestaciones artísticas» aseguró el funcionario.
Por esos días, actuarán en los mejores teatros e instituciones el Ballet Nacional de Cuba, el Español, el Lizt Alfonso, el Conjunto Folclórico y Danza Contemporánea, así como las compañías de Rosario Cárdenas, Habana Compás, Danza Abierta y la Santiago Alfonso, entre otras.
Además tendrá lugar la segunda edición del evento Post-it, un gran concurso y expo venta de artes plásticas de jóvenes artistas menores de 35 años, y al igual que ocurre en la Bienal de La Habana, se ha programado un circuito de exposiciones con la presencia de piezas contemporáneas del arte cubano, oportunidad para que coleccionistas, curadores, creadores, críticos y amantes a las artes visuales contemporáneas cubanas se acerquen a lo que se convertirá en un termómetro de la producción plástica cubana en el año del aniversario 30 de la Bienal.
