CONSCIENTE de la enorme dependencia que tiene Cuba del turismo, las autoridades de La Habana se encuentran últimamente incentivando que el todavía reciente (ergo precario) sector privado de la mayor de las Antillas adquiera algunas competencias con tal de mejorar la oferta. CONSCIENTE de la enorme dependencia que tiene Cuba del turismo, las autoridades de La Habana se encuentran últimamente incentivando que el todavía reciente (ergo precario) sector privado de la mayor de las Antillas adquiera algunas competencias con tal de mejorar la oferta.
En una entrevista concedida a la prestigiosa agencia The Associated Press, un alto funcionario cubano que no ha querido ser identificado ha reconocido que una docena de restaurantes normalmente frecuentados por turistas han pasado en las últimas semanas a manos privadas con la intención de que tanto la comida como la asistencia mejore sustancialmente.
Preguntado sobre el futuro del sector turístico, este funcionario ha aclarado que los medios de transporte y los grandes hoteles seguirán tutelados directamente por el Estado, y que sólo se han trasladado “actividades que no son decisivas para la economía y que por tanto funcionan mejor dentro del sector privado”.
En cualquier caso el presidente del operador turístico estatal Havanatur, José Manuel Bisbe, ha reconocido recientemente estar enviando a cientos de turistas a hostales que ya se encuentran en manos privadas, en lugar de a los hoteles gubernamentales referidos por el alto funcionario.
Según datos suministrados por la agencia oficial Prensa Latina, en Cuba hay actualmente unos 11.000 restaurantes, principalmente frecuentados por cubanos, y 1.260 comercios privados, conocidos como “paladares”, y que normalmente atienden a extranjeros residentes en la Isla. El turismo es uno de los principales motores económicos de la Isla.
