apenas es un gesto simbólico, una especie de regalo que el ya expresidente de Uruguay José Mujica, ha querido hacerle a sus ‘amigos‘ cubanos, pero que su sucesor en el cargo desde hace apenas 15 días, Tabaré Vázquez, de la misma formación política, se dispone a mantener. apenas es un gesto simbólico, una especie de regalo que el ya expresidente de Uruguay José Mujica, ha querido hacerle a sus ‘amigos‘ cubanos, pero que su sucesor en el cargo desde hace apenas 15 días, Tabaré Vázquez, de la misma formación política, se dispone a mantener.
Se trata de perdonar definitivamente el pago de la deuda que el Banco Central de Cuba mantiene con el Banco Central de Uruguay y que asciende a sólo 31 millones de dólares (27,83 millones de euros).
Pero los analistas internacionales han valorado este gesto como un nuevo signo de los tiempos. De la determinación con que los países latinoamericanos en los que la democracia está perfectamente implantada, quieren apostar por la integración de Cuba.
Mujica considera que condonar esa deuda es justo, porque Cuba ha colaborado con su país de muchas maneras en el pasado reciente.
Por ejemplo, los médicos cubanos han realizado en los últimos años, a través de la campaña ‘Operación Milagro‘ más de 50.000 operaciones oculares gratuitas a los uruguayos sin recursos.
Durante el tiempo que duró su mandato, José Mújica fue uno de los presidentes de la región que más esfuerzos realizó para propiciar el acercamiento entre los gobiernos de Washington y La Habana que finalmente se puso en marcha en diciembre del pasado año.
