No va a ser ahora. El precio del barril de petróleo está demasiado barato y es dudoso que la extracción del petróleo que, supuestamente, se esconde en las aguas territoriales cubanas resultará rentable. De hecho, la española Repsol, tras unas cuantas rondas de exploración desistió en el intento. No va a ser ahora. El precio del barril de petróleo está demasiado barato y es dudoso que la extracción del petróleo que, supuestamente, se esconde en las aguas territoriales cubanas resultará rentable. De hecho, la española Repsol, tras unas cuantas rondas de exploración desistió en el intento.
Sin embargo, otras empresas como la venezolana PDVSA o la angolana Sonangol todavía trabajan en el área, lo que parece indicar que sí existen rastros del combustible fósil en la zona.
Las compañías estadounidenses siempre han visto con muy malos ojos que esa posible bolsa de riqueza petrolífera que se encuentra en el Golfo de México, tan cerca de Florida, cayera en manos ajenas. El deshielo iniciado entre EEUU y Cuba en diciembre del pasado año puede permitirles, en principio, tomar posiciones en el negocio. Aunque su posible rentabilidad no sea inmediata. De hecho, muchos cubanólogos independientes, están convencidos de que el impulso del lobby petrolífero, fuertemente implantado en el Partido Republicano, tiene mucho que ver con la mejora de las relaciones que se observa en los últimos tiempos entre Washington y La Habana.
Los acercamientos han comenzado ya, por más que todavía sean incipientes. El propio Pedro Sorzano, actual presidente de la petrolera estatal cubana, Cubapetróleo (Cupet), ha admitido a la agencia AFP que se han mantenido conversaciones ‘técnicas’ con compañías estadounidenses. Aunque, de momento, asegura que no existe el interés firme de ninguna empresa del país norteamericano. Claro que hay dos condicionantes que aún se mantienen. Primero el precio del petróleo, del que hablábamos antes, y luego el hecho de que las sanciones económicas, el embargo, aún se mantengan vigentes.
