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Tras más de dos semanas de eventos, culmina en La Habana la VIII Jornada Cubana contra la Homofobia y la Transfobia

Este sábado 23, finaliza la VIII Jornada Cubana contra la Homofobia y la Transfobia. Así, lo que hace 8 años comenzó siendo una actividad pequeña de un día, se ha convertido en una serie de actividades que se desarrollan durante más de dos semanas a lo largo del país, con La Habana y Las Tunas como sedes principales. Este sábado 23, finaliza la VIII Jornada Cubana contra la Homofobia y la Transfobia. Así, lo que hace 8 años comenzó siendo una actividad pequeña de un día, se ha convertido en una serie de actividades que se desarrollan durante más de dos semanas a lo largo del país, con La Habana y Las Tunas como sedes principales.

En esta ocasión, el lema que ha aglutinado el conjunto de actividades ha sido el de «Espacios laborales sin discriminación por orientación sexual e identidad de género» y ha contado con actividades que ponen de relieve la creciente internacionalización de la isla en sectores como el del arte con la inauguración de la exposición fotográfica “Continuing Forward” del artista estadounidense Byron Motley.

Asimismo, esta iniciativa se puede enmarcar como parte de la lucha que Mariela Castro, directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), está llevando a cabo para que el Parlamento apruebe una actualización del Código de Familia, que incluiría la posibilidad de todos los tipos de unión y reconocer la igualdad en derechos de las parejas del mismo sexo. Sin embargo, hasta el momento esta ley no ha alcanzado el consenso suficiente en el gobierno y por eso se mantiene parada. La propia Mariela ha reconocido que quizá su equipo ha ido más adelantado que el resto de la sociedad.

Así lo parecen confimar diversos testimonios recogidos en el acto principal que se celebró hace dos semanas en La Habana y durante el cual, una marcha acabó convertida en conga por los cientos de simpatizantes del colectivo LGTB que participaban en ella. Durante el desarrollo de la misma, Annia, una señora que caminaba por la acera, declaraba a esta publiación que una ceremonia así “está bien, porque todo el mundo tiene derecho al trabajo y a ser respetado en su intimidad, pero de ahí a casarse y hasta adoptar niños o tenerlos…los cubanos no estamos preparados para eso todavía”.

Más adelante, un mulato con canas miraba la marcha con cara de pocos amigos y le comentaba a otro a su lado que “no se sabe a dónde vamos a parar en este país”, mientras que el aludido lo apoyaba, pero con una expresión algo más condescendiente: “Eso es desarrollo mi socio, aunque yo sigo pensando que cada oveja, con su pareja”.

Incluso según uno de los asistentes a la marcha, “la sociedad cubana todavía está dominada por una visión patriarcal, machista y retrógrada, aunque se han notado avances en los últimos años y se han abierto espacios de tolerancia».

Quizá por ello, Mariola Castro ha impulsado nuevas alianzas y por primera vez desde que se empezaron a organizar esta jornadas, han contado con la presencia de varios líderes religiosos que celebraron bodas simbólicas de parejas del mismo sexo. De esta forma, en una ceremonia participó el arzobispo de la Iglesia Católica Eucarística de Canadá, Roger LaRade, quien en su país ha sido promotor de ese tipo de actividades.

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