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Rodrigo MALMIERCA Ministro del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (Mincex)

Con permiso... Tres preguntas

La presente etapa de modernización por la que pasa el modelo económico cubano demanda un empresariado ético, pero agresivo en la promoción y desarrollo de inversiones y exportaciones, capaz de aplicar sus conocimientos y experiencias en pos de elevar la eficiencia económica. Estos desafíos fueron resaltados durante la reciente celebración de la Asamblea General de Asociados de la Cámara de Comercio de la República de Cuba. De ahí, que el ministro del Mincex, Rodrigo Malmierca Díaz, destacara en declaraciones a Negocios en Cuba, publicación de Prensa Latina, el papel que debe jugar el empresariado en los objetivos concretos de aplicación de políticas. La presente etapa de modernización por la que pasa el modelo económico cubano demanda un empresariado ético, pero agresivo en la promoción y desarrollo de inversiones y exportaciones, capaz de aplicar sus conocimientos y experiencias en pos de elevar la eficiencia económica. Estos desafíos fueron resaltados durante la reciente celebración de la Asamblea General de Asociados de la Cámara de Comercio de la República de Cuba. De ahí, que el ministro del Mincex, Rodrigo Malmierca Díaz, destacara en declaraciones a Negocios en Cuba, publicación de Prensa Latina, el papel que debe jugar el empresariado en los objetivos concretos de aplicación de políticas.

– ¿Cuáles son los retos a los que han de hacer frente las empresas cubanas en esta nueva etapa de apertura y modernización económica?

– En el contexto actual, la empresa socialista enfrenta nuevos retos para lograr objetivos como la atracción del capital extranjero para el país, el uso eficiente de fuentes de financiación no tradicionales y un mejor aprovechamiento de las que ya disponemos. Además, existe la necesidad de prestar atención a temas a veces tratados sin la suficiente atención, como poner un mayor énfasis en la calidad, tanto en lo que se refiere a la producción de bienes como en todo lo relacionado con los servicios.

Los problemas en el proceso inversionista requieren también de una atención especial. Lo que tenemos que conseguir si queremos contar con recursos para reinvertir, una vez hayamos gastado lo correspondiente a la primera inversión, es que la inversión adquiera valor de uso y se pueda

empezar a producir tan pronto ésta se haya realizado.

– ¿Qué acciones prevén desde el Gobierno?

– Es necesario capacitar adecuadamente al empresariado para que esté en mejores condiciones de asumir la mayor autonomía e independencia que los Lineamientos de la política económica y social asignan a la empresa socialista. Se está trabajando en la elaboración del programa de desarrollo económico y social que contiene una visión estratégica hasta el año 2030 para la identificación de los objetivos de trabajo de las empresas a futuro. Igualmente, la planificación socialista continúa su perfeccionamiento como el sistema principal para la dirección de la economía con una mayor coordinación entre las políticas monetaria y fiscal. Además, aunque las materias técnicas son clave, no puede faltar la preparación político-ideológica con el fin de garantizar una elevada condición ética y moral de nuestros empresarios. La lucha contra las ilegalidades y manifestaciones de corrupción es una batalla continua y de vital importancia para el futuro del país.

– ¿Qué consejos le daría a las empresas?

– Es el momento para que comiencen a implementar más agresivamente sus estrategias de promoción específicas y de avanzar en la identificación de oportunidades concretas y potenciales socios. Conviene actualizar cada año la cartera con nuevos proyectos, siempre apoyados con sus correspondientes estudios económicos, procurando el establecimiento de encadenamientos productivos. El hecho de tener una economía abierta condiciona una dependencia elevada del sector exterior que nos obliga a explotar todas las potencialidades para aumentar y diversificar nuestras exportaciones de bienes y servicios, a la par de hacer mucho más eficiente las operaciones de importaciones. Por ello, los empresarios que hacen comercio exterior deben utilizar cotidianamente el «Reglamento general sobre la actividad de importación y exportación» del Mincex, una buena guía para evitar los errores en el proceso de contratación y de compra-venta internacional.

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