Washington dispone en este momento de una excelente oportunidad para conseguir la credibilidad internacional que, en ocasiones, le ha faltado a su decidida cruzada contra el terrorismo de cualquier signo. Y debería actuar en consecuencia negando el asilo político a Luis Posada Carriles. Washington dispone en este momento de una excelente oportunidad para conseguir la credibilidad internacional que, en ocasiones, le ha faltado a su decidida cruzada contra el terrorismo de cualquier signo. Y debería actuar en consecuencia negando el asilo político a Luis Posada Carriles.
Más aún, si el actual Gobierno estadounidense quiere demostrar que su empeño no es partidista, ni una simple maniobra de distracción para mantener el poder, tendría que concederle a Venezuela la extradición que ha solicitado. Posada Carriles puede ser ahora un anciano de 77 años, pero sigue siendo el principal sospechoso de haber planeado y cometido un atentado en 1976 sobre un avión de Cubana de Aviación que explotó en pleno vuelo. Hubo 73 muertos. Y, lo cierto, según una serie de documentos recientemente desclasificados por el FBI, es que hay pruebas de que este individuo participó, al menos, en dos reuniones preparatorias de la masacre. Son precisamente, estas evidencias las que fundamentan la petición formal de extradicción presentada por el Ministerio de Asuntos Exteriores venezolano siguiendo el mandato del Tribunal Supremo de este país que ha decidido juzgarle por este asunto. Consideran que entra dentro de su jurisdicción, puesto que, cuando se cometió el delito, Posada era agente de la Disip, los servicios secretos de Venezuela. Pero hay más. El propio Posada ha reconocido que participó en 1997 en una serie de ataques realizados sobre hoteles de La Habana que le costaron la vida a un turista italiano. Y por si fuera poco hasta hace unos meses se encontraba en prisión en una cárcel panameña tras haber sido declarado culpable de planear en 2000 un atentado fallido contra Fidel Castro.
El perfil de Posada Carriles, por lo tanto, no se diferencia mucho del de Ben Laden u otros conocidos activistas del terrorismo internacional. Y si EEUU quiere que su cruzada resulte legítima no puede darle asilo. Aunque se trate de un viejo agente de la CIA.
