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Las graciosas disputas de los cubanos en torno a la programación televisiva

Radio Bemba

Como cada año, la televisión cubana refuerza su programación en la etapa de verano al incluir nuevos espacios y cambiar los horarios de otros, con el propósito nunca logrado de satisfacer a todos los públicos que incluyen a este medio entre sus opciones favoritas de esparcimiento y que en Cuba se puede decir que es el país entero. Como cada año, la televisión cubana refuerza su programación en la etapa de verano al incluir nuevos espacios y cambiar los horarios de otros, con el propósito nunca logrado de satisfacer a todos los públicos que incluyen a este medio entre sus opciones favoritas de esparcimiento y que en Cuba se puede decir que es el país entero.

Ya se anunció que a partir del 3 de julio comenzará la llamada programación de verano, que se extenderá hasta el 31 de agosto, la cual sobresale en esta temporada, según sus promotores, por el estreno de espacios de participación, dramatizados de factura nacional, series extranjeras y películas en los cinco canales de alcance nacional.

Y con ese anuncio unos comienzan a planificar «su» programación y otros a enfrentarse en verdaderas guerras internas familiares, sobre todo en aquellos hogares donde no hay más de un televisor.

Porque hay muchos como Mandy, un estudiante universitario, que además del deporte, solo se inclina por las películas, y en principio está encantado de la vida, porque cada semana habrá por lo menos 70 filmes, distribuidos en los espacios habituales y los que se incorporan a las carteleras solo durante el verano.

«Pero tú verás -advierte-, que seguro ponen en los mejores horarios películas españolas, mexicanas, americanas y argentinas de la época en que el Morro era de guano, y dejan para las horas de la madrugada las buenas de verdad» -entiéndase por buenas de verdad lo más reciente y espectacular del cine de Hollywood. «Y entonces tenemos que convertirnos en lechuzas».

Pero además, tendrá que buscar tiempo para no perder, por el canal de los deportes, la transmisión de lo que resta de la Copa América de futbol y la Liga Mundial de Voleibol, las incidencias de los XVII Juegos Panamericanos de Toronto, Canadá; de la II Serie sub 23 de Béisbol durante todo el verano, y hasta el Mundial de Atletismo Beijing 2015.

En el tema de los deportes, cuenta con el apoyo de su padre, pero ambos deben, como ocurre cada año, enfrentar la férrea resistencia de la reina de la casa, su madre, porque ella se inclina, -no faltaba más-, por las telenovelas: «En eso no transijo -dice ella moviendo amenazadora el dedo índice y dispuesta a echar la pelea- y mientras me respeten mis horarios no hay problemas.

Pero resulta que «sus horarios» están bastante atravesados, porque a las tres de la tarde pasan la telenovela colombiana «El Secretario», a eso de las nueve de la noche se turnan por días hasta el sábado la brasileña «Dos Caras» y la cubana «Cuando el amor no alcanza», y cuando terminan estas inmediatamente comienza en el Canal Habana, de la capital, otra brasileña, una versión moderna de «La esclava Isaura» que causó furor allá en la década de 1980.

Por si fuera poco, casi a las seis de la tarde comienza desde ya la colombiana «Los hombres también lloran», con todo lo cual Mandy y su padre están escandalizados y le reclaman a la madre si este verano ella no piensa cocinar.

Eso, sin contar que la televisión, en los horarios diurno y vespertino, reserva una amplia programación infantil con la esperanza de mantener entretenidos a los más pequeños de la casa, y Mandy tiene una hermanita de seis años que resulta un contrincante difícil de batir cuando comienza con sus pataletas si alguien osa cambiarle el canal.

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