El plan de reformas y la mayor apertura económica con el que Raúl Castro ha pretendido caracterizar a su mandato parece que comienza a tomar un cierto vuelo. Así, según un informe parlamentario, divulgado por los medios oficiales, 24 empresas estatales cerrarán este año. El plan de reformas y la mayor apertura económica con el que Raúl Castro ha pretendido caracterizar a su mandato parece que comienza a tomar un cierto vuelo. Así, según un informe parlamentario, divulgado por los medios oficiales, 24 empresas estatales cerrarán este año.
Pese a que todavía se trata de un paso de menor entidad, al tratarse tan sólo de algo menos del 20% del total del las 123 empresas públicas cuyos resultados en el pasado año fueron negativos, el presidente cubano envía una doble señal cuyo significado, según algunos analistas, no obstante, es claro.
Por un lado, se confirma que el periodo caracterizado por esta nueva etapa de «deshielo» no tiene marcha atrás y que Cuba está en camino a abrirse a la economía de mercado. Así, se cumple lo establecido por el plan de reformas económicas emprendido en Cuba durante el mandato de Raúl Castro que ya apuntaba a la liquidación o transformación de las empresas estatales o cooperativas que arrojasen pérdidas sostenidas. Se da respuesta también a aquellos sectores que reclamaban más aperturismo.
Pero por otra parte, se envía también la señal de que el Estado cubano no abandonará, al menos de momento, un papel protagonista a la hora de marcar el rumbo económico y atender a las posibles «consecuencias sociales».
En este sentido, según señala el medio 14 y medio, un grupo de parlamentarios llamó ayer la atención sobre dichas consecuencias. Al mismo tiempo que criticaron los problemas en la «gestión» de las empresas del sector agricultura, las «debilidades» en su dirección y la «falta de programas» de desarrollo sobre la base de la ciencia y las inversiones.
Una referencia al sector primario que no es casualidad ya que según el mencionado informe parlamentario, de las 56 empresas que cerraron con pérdidas durante dos o más años, el 73% pertenecián al Ministerio de la Agricultura (Minag).
Por ello, se espera que el sector sea objeto preferente de las inversiones que el gobierno cubano intentará captar en el exterior. Ya durante un desayuno informativo que el embajador de Cuba en España mantuvo durante el pasado mes, anunció que esta era una de las claves en que las autoridades cubanas planteaban el desarrollo del país. A su juicio, de conseguir aumentar la productividad en este sector, el país caribeño conseguiría liberar a gran parte de su fuerza productiva con lo que podría destinar a otros sectores e incrementar exponencialmente el crecimiento de su economía.
