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Microsoft o Dell creen que las TIC podrían convertir a Cuba en el Israel del Caribe

Algunas de las principales compañías del sector informático, como Microsoft o Dell, consideran que el proceso de apertura en que se encuentra la Isla, la convertirán en un auténtico «hub» de servicios tecnológicos. De hecho, según informa la web Cuba Standard, con el propósito de prepararse ante dicho escenario ya habrían comenzado a desplazarse a La Habana. Algunas de las principales compañías del sector informático, como Microsoft o Dell, consideran que el proceso de apertura en que se encuentra la Isla, la convertirán en un auténtico «hub» de servicios tecnológicos. De hecho, según informa la web Cuba Standard, con el propósito de prepararse ante dicho escenario ya habrían comenzado a desplazarse a La Habana.

Una noticia que no presenta ni mucho menos un escenario totalmente nuevo, ya que viene a unirse a otras conocidas en los últimos meses como la visita de hace unos meses a la Isla del presidente ejecutivo de Google, Eric Schmidt, la entrada de Netflix en Cuba o el crecimiento que allí está experimentando Airbnb. Incluso, el creador de Facebook, Mark Zuckerberg ha señalado ya públicamente a Cuba como mercado objetivo.

Una serie de movimientos que buscan aprovechar las oportunidades de negocio derivadas de la apertura económica que se está produciendo en la Isla y del proceso de crecimiento económico que, como consecuencia, resulta previsible según el consenso de los analistas para los próximos años; pero también del reducido precio de la mano de obra altamente cualificada con la que cuenta la Isla. Así, el coste de mano de obra de estos profesionales puede situarse entre los 150 y 300 U$D al mes. Una combinación que se considera la base para convertir a la Isla en una versión caribeña de Israel en todo lo que tiene que ver con el I+D tecnológico.

De esta forma, las citadas multinacionales coinciden en que Cuba podría convertirse en un auténtico centro internacional en tareas relacionadas con la programación, producción de chips o call centers. Pero hay quien va incluso más allá, y cree que Cuba podría convertirse también en un centro de producción de código y aplicaciones para EEUU.

No en vano, hay que señalar que pese a las dificultades tecnológicas con que cuenta la Isla, o precisamente por ellas, los cubanos han desarrollado una industria incipiente en sectores como creación de juegos, robótica, o servicios de programación off-shore para clientes de Europa y Latinoamérica; del mismo modo que han aprendido a desarrollar software que les permite superar las dificultades tecnológicas a las que aún se enfrenta la Isla.

Y es que ya hace 20 año, el Gobierno cubano anticipó la revolución digital que ha supuesto Internet cuando durante el llamado Periodo Especial, Fidel Castro lanzó el «Proyecto Futuro» cuyo objetivos principales eran dos: por un lado informatizar al país y por otro desarrollar una industria de software que pudiese convertirse en uno de los polos de desarrollo económico de la Isla.

Así, en 2002, la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI) fue fundada con el propósito de crear «la vanguardia de la revolución cubana» en el sector de las TIC. Desde entonces otras universidades cubanas han seguido un proceso similar y en la actualidad se gradúan anualmente unos 5.500 ingenieros de telecomunicaciones en Cuba, un tercio de los cuales incluso alcanzan el grado de doctor. De esta forma, la Isla destaca por contar con 1,8 científicos e ingenieros por cada 1.000 habitantes, 47 universidades y más de 200 centros especializados en la I+D del sector, y por invetir un 1,17% del PIB en investigación y desarrollo tecnológico, frente a, por ejemplo, menos del 0,9% de EEUU.

A este escenario de enorme potencial contribuyen también los 24 centros de enseñanza secundaria especializados en Tecnologías de la Información y la Comunicación enmarcados en el programa conocido como «Creemos en el Futuro» donde adquieren conocimientos en plataformas como Java, Android, Windows, Linux-Unix y tecnologías móviles. De esta forma, hasta 40.000 adolescentes se gradúan cada año con habilidades de programación, de los cuales hasta un 12% va a la Universidad.

Por ello, pese a las limitaciones a las que aún se enfrente la Isla, como la ausencia de infraestructuras, la limitación que aún existe en el acceso a internet o que la industria cubana de alta tecnología actualmente sólo sea capaz de emplear a unos 5.000 trabajadores, el potencial es inmenso.

En este sentido, no hay que olvidar las llamadas a la inversión internacional en el sector realizadas recientemente por diversos portavoces oficiales, como el propio embajador en España; las filtraciones «semi-oficiales» en diversos medios sobre una apertura exponencial en el acceso a internet; o movimientos como el de mayo pasado cuando el Congreso de EEUU aprabó la Cuba DATA Act con el propósito de contribuir al desarrollo de los sectores digital y de telecomunicaciones en la Isla.

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