Al calor de las medidas que abrieron a los atletas cubanos la posibilidad de competir en el deporte profesional, continúa en la isla el goteo de fichajes, esta vez en el voleibol, donde años atrás los equipos femenino y masculino de la isla se codearon con la élite mundial. Al calor de las medidas que abrieron a los atletas cubanos la posibilidad de competir en el deporte profesional, continúa en la isla el goteo de fichajes, esta vez en el voleibol, donde años atrás los equipos femenino y masculino de la isla se codearon con la élite mundial.
Ahora le tocó el turno a Rolando Cepeda, capitán del equipo nacional, quien firmó contrato con el griego PAOK donde se unirá a su compatriota Javier Jiménez que ya lleva meses en las filas de ese club profesional.
Y según se corre en Radio Bemba, que pone como fuente a los comentarios de pasillo de la Federación Cubana de Voleibol, también el voleibolista Osmany Uriarte tomará pronto el avión, pero en su caso para jugar en la fuerte liga turca.
Por su parte, Ariel Sainz, presidente de la Federación Cubana de Voleibol, aseguró a la prensa recientemente que cuatro jugadoras de la selección femenina, entre ellas la quinceañera Melissa Vargas, toda una revelación en las últimas temporadas, y la capitana Sulian Matienzo, también han recibido ofertas que “están en estudio”.
El pasado año Javier Jiménez abrió el camino a la inserción autorizada de voleibolistas cubanos en ligas foráneas, aunque esto no es una novedad porque hace más de una década estrellas cubanas del voleibol se desempeñaron en equipos extranjeros, pero de manera excepcional en ese deporte, no como en la actualidad, en que esa posibilidad la tienen los atletas de cualquier disciplina.
Entre esas figuras favorecidas entonces se encuentra el actual seleccionador nacional, Rodolfo Sánchez, quien considera la presencia de cubanos en clubes profesionales de nivel como un aspecto vital para elevar el rendimiento de los jugadores, que aprenden a lidiar con una mayor presión y evitar errores.
Tanto Cepeda como Uriarte comparten esa opinión y consideran que enfrenar a jugadores y estilos desconocidos los ayudará a subir el rendimiento de cara a sus compromisos con la selección nacional.
No obstante, en las peñas deportivas de la isla, la mayor atención sobre los fichajes en el profesionalismo recae en el béisbol, el deporte nacional, en el cual numerosas figuras ya juegan bajo jugosos contratos en equipos de Japón y Canadá, o están en perspectiva de incorporarse a novenas de otras naciones, aunque continúa la sangría de manera clandestina de peloteros hacia las Grandes Ligas de Estados Unidos, atraídos por sueldos multimillonarios, imposibles en cualquier otra parte.
