El Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicio Aéreo de Venezuela (Conviasa) ha emitido un comunicado en el que informa a sus usuarios de que, a partir de hoy, los venezolanos que quieran viajar a Cuba deberán obtener una visa en el consulado de la Isla en Caracas. El Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicio Aéreo de Venezuela (Conviasa) ha emitido un comunicado en el que informa a sus usuarios de que, a partir de hoy, los venezolanos que quieran viajar a Cuba deberán obtener una visa en el consulado de la Isla en Caracas.
Un cambio de menor entidad, pero al que diversos medios, y muchos usuarios que no tardaron en manifestar su opinión en las redes sociales, han atribuido una gran transcendencia al considera que se trataba de un giro de 180 grados en las relaciones entre los dos países. En realidad, el requisito de disponer de una visa para visitar la Isla ya estaba en vigor para los venezolanos. La única diferencia reside en que si antes existía la posibilidad de realizar ese trámite en el mismo aeropuerto de La Habana; ahora será necesario hacerlo previamente en la sede diplomática de Caracas.
No se trata, por tanto, como se ha interpretado en un primer momento de que se restrinja la entrada de turistas venezolanos a la Isla como se ha creído en un primer momento en el país bolivariano. Una interpretación que se explica en parte por la mala redacción del texto emitido por Conviasa que indicaba que: «La tarjeta turística es exigencia de las autoridades migratorias para ingresar a Cuba, por tanto la aerolínea no se hace responsable del embarque de los pasajeros que no cumplan con este requisito”.
Pero a nadie se le escapa que el verdadero motivo de fondo de esa reacción reside en la percepción generalizada de que Cuba se está alejando de Venezuela al mismo tiempo que avanza el proceso de deshielo con EEUU. Algo que se siente casi como una traición ya que desde 2002, Venezuela ha venido entregando casi 100.000 barriles diarios de petróleo a Cuba, pese a que esta sólo consume la mitad. Es decir, se ha subvencionado indirectamente a la economía de la Isla al ofrecerle la posibilidad de revender ese excedente de barriles a un precio mucho mayor de aquel que paga la Isla, dado que, además, Cuba pagado esa factura a Venezuela con periodos de de gracia y con una tasa de interés del 2%.
Y si también es cierto que desde la Isla se han ofrecido a Venezuela servicios, como los médicos, en retorno, la percepción de ese distanciamiento entre ambos países se ve respaldada por los datos comerciales. Ya en este segundo trimestre de 2015, la Isla ha reducido su dependencia de Venezuela significativamente al reducir sus intercambios comerciales en cerca de un 25% al disminuir en 5 puntos porcentuales, desde el 20,4% al 15,4%. Es por ello que no sorprenden las interpretaciones que se han empezado a emitir en el día de hoy pese a tratarse tan sólo de un cambio aparentemente menor y que, según la explicación oficial, tiene una explicación muy sencilla: el cada vez mayor número de turistas venezolanos que llegan a la Isla.
