Las reformas de los últimos tiempos han dado cada vez un mayor peso a la iniciativa privada en la economía cubana. Es lo que se conoce como el cuentapropismo. No obstante, más allá de estos negocios que requieren de una pequeña inversión de capital, los cubanos también utilizan su ingenio para aprovechar las pequeñas oportunidades de obtener unos ingresos extra. Las reformas de los últimos tiempos han dado cada vez un mayor peso a la iniciativa privada en la economía cubana. Es lo que se conoce como el cuentapropismo. No obstante, más allá de estos negocios que requieren de una pequeña inversión de capital, los cubanos también utilizan su ingenio para aprovechar las pequeñas oportunidades de obtener unos ingresos extra.
Es así que en la canícula que están padeciendo los cubanos este verano, no todo son desgracias o, por lo menos, hay quienes se las ingenian para “convertir el revés en victoria”, y sacarle provecho para sus bolsillos. Gilberto es uno de ellos. Como jubilado, tiene que “hacer maromas” para llegar a fin de mes, y se le ocurrió una idea que le rendirá buenos dividendos durante el verano.
Con 1 CUC (peso convertible) compró en la shopping un sobre de refresco instantáneo de mango que rinde ocho litros; “fabricó” una buena cantidad de moldes con laticas de cervezas y las llenó, les colocó un palito en el medio y los puso en el congelador… ¡Y a vender durofríos, a peso!
“Corrí la bola por la cuadra y enseguida comenzaron a venir los muchachos, y también los mayores, y el negocio va viento en popa”, cuenta mientras le despacha cinco durofríos de diferentes sabores a los fiñes de la casa colindante, que han llegado sudorosos a combatir el calor. “Por cada sobre de refresco gano en total unos 70 pesos cubanos, así que la ganancia es amplia, y por mí, que haya calor pa’rato” .
Como Gilberto, son muchos los que por toda La Habana han recurrido a esta fórmula viejísima y barata de mitigar el calor, unos para consumo personal, y otros para ganar un dinerito extra, sin muchas complicaciones.
