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El principal realizador cubano rueda su nueva película en la capital

Radio Bemba

El prestigioso director de cine Fernando Pérez, para muchos el mejor realizador de la isla en la actualidad, anda por estos días filmando su nueva película, un drama con pinceladas de comedia que finalmente deberá tener uno de estos dos títulos: Últimos días en La Habana o Chupa pirulí. El prestigioso director de cine Fernando Pérez, para muchos el mejor realizador de la isla en la actualidad, anda por estos días filmando su nueva película, un drama con pinceladas de comedia que finalmente deberá tener uno de estos dos títulos: Últimos días en La Habana o Chupa pirulí.

Junto con su equipo lleva semanas de andanzas en uno de los barrios más calientes de La Habana, Los Sitios, en el corazón del municipio Centro Habana, donde transcurre la historia, que aborda asuntos sobre la amistad, las aspiraciones y los sueños de las personas que habitan en esa pobre barriada. La cinta expone la historia de dos vecinos y amigos, Diego y Miguel, interpretados por los actores Jorge Martínez (La bella de la Alhambra, Alicia en el pueblo Maravillas) y Patricio Wood (El Brigadista, La Emboscada).

El director eligió como escenario principal un solar de 75 apartamentos y estima que la diversidad de sus habitantes y de condiciones de vida representan la pluralidad de la sociedad cubana actual, pues allí habitan desde estudiantes que están en el quinto año de la universidad, numerosos profesionales y obreros, hasta jineteras, desempleados y vagos. El nivel de elaboración en las obras de Pérez no tributa a la ficción sino al realismo, como si no estuviera satisfecho hasta ver recreado en un set lo mismo que hubiera podido suceder en una calle cualquiera de la urbe.

La crudeza como intención mezclada con incuestionable amor dan lugar a escenas desgarradoras desde muchos puntos de vista, porque nos hacen pensar en las ausencias reales, las ganancias, las pérdidas, los temores y lo bello, un concepto variable y que a veces ignoramos por agobios, afirma. “Siento que muchos de los problemas y al mismo tiempo las manifestaciones de la idiosincrasia del cubano se expresan aquí, y ese es el sentido de la película, más allá del drama”, explicó el experimentado realizador.

Director de filmes casi todos premiados, como Clandestinos, Hello Hemingway, Madagascar, La vida es silbar, Suite Habana y El ojo del canario, en los que de alguna forma la capital cubana se convierte en un personaje más, con sus luces y desgarramientos, asegura que él “ha sido escogido por la ciudad”. “La Habana para mí es el lugar del mundo, y ella me escogió, aseveró el Premio Nacional de Cine 2007.

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