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La visita de Kerry a Cuba, pistoletazo de salida para una nueva etapa diplomática

El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, viaja este viernes a Cuba, la primera visita en 70 años de un jefe de la diplomacia estadounidense a la isla caribeña. El mundo tiene los ojos puestos en el encuentro, paso clave en el levantamiento del embargo por parte de EEUU. El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, viaja este viernes a Cuba, la primera visita en 70 años de un jefe de la diplomacia estadounidense a la isla caribeña. El mundo tiene los ojos puestos en el encuentro, paso clave en el levantamiento del embargo por parte de EEUU.

Ocho meses han pasado desde que los presidentes de EEUU y Cuba, Barack Obama y Raúl Castro, anunciasen el acercamiento bilateral y casi un mes desde la apertura de las embajadas en Washington y La Habana. La visita, en la que Kerry izará la bandera en La Habana, es un paso simbólico clave en la diplomacia de ambos países.

Aunque hace un mes que la embajada funciona, se ha tomado la decisión de esperar hasta ahora para izar la bandera, pues es la fecha en la que Kerry tenía intención de viajar hasta la isla caribeña.

Como Kerry pretende aunar todas las opiniones reinantes en el país presidido por Castro, se reunirá con los disidentes cubanos tras el acto, pues el político intenta garantizar el apoyo constante a estas personas.

Corredor del Sur recoge las declaraciones de Kerry sobre este encuentro, que ha tildado de día histórico. El portavoz del Departamento de Estado, John Kirby, aseguraba horas previas a la llegada de Kerry a Cuba •que el secretario de Estado “está deseando llegar a La Habana”.

El viaje del político estadounidense será fugaz, estará unas diez horas en la Habana, aunque estará bien aprovechado porque se reunirá con su homólogo cubano Bruno Rodríguez, darán una conferencia juntos y, ambos, acudirán al izado de la bandera.

A pesar del peso que tiene Kerry en la visita a Cuba, no irá solo, sino que vendrá acompañado por una delegación compuesta por 20 funcionarios y legisladores estadounidenses y ciudadanos de ambos países aunque ningún disidente cubano.

Con ellos se reunirá el secretario de Estado de forma privada por la tarde en la residencia del encargado de negocios estadounidense en Cuba, Jeffrey DeLaurentis, y a la que acudirán el doble de invitados que a la cita en la embajada.

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