El ministro de Exteriores suizo, Didier Burkhalter, se reunió la semana pasada con Ricardo Cabrisas Ruiz, Vicepresidente del Consejo de Ministros cubano, con el objetivo declarado de ampliar los intercambios económico-comerciales entre ambos países. No obstante, medios como Cuba Standard han comenzado a especular con que la «cooperación reforzada» entre las dos naciones podría llegar también al ámbito financiero. El ministro de Exteriores suizo, Didier Burkhalter, se reunió la semana pasada con Ricardo Cabrisas Ruiz, Vicepresidente del Consejo de Ministros cubano, con el objetivo declarado de ampliar los intercambios económico-comerciales entre ambos países. No obstante, medios como Cuba Standard han comenzado a especular con que la «cooperación reforzada» entre las dos naciones podría llegar también al ámbito financiero.
O más que llegar, cabría precisar que, el término adecuado sería retornar. No en vano, los bancos suizos ya estaban presentes en la Isla hasta la pasada década cuando debido a las presiones de Estados Unidos finalmente abandonaron Cuba. Sin embargo, ahora que no sólo se han reestablecido relaciones entre Washington y La Habana, sino que incluso el banco Stonegate, con sede en Florida, realiza operaciones con la Isla, el terreno de juego ha cambiado.
Más aún cuando el Gobierno de Barack Obama ya ha tomado medidas ejecutivas que permiten esquivar las restricciones financieras a las relaciones con la Isla que pone el embargo vigente. Y aún más allá, ha dado señales de que pretende seguir dando pasos en esa dirección.
Por su parte, el Gobierno cubano también ha dado señales de su intención de volver a integrarse en los circuitos financieros internacionales como las negociaciones que ha retomado con sus acreedores para saldar su deuda. Y ha sido precisamnte el propio Cabrisas quien ha jugado un papel muy activo en los últimos meses en dichas negociaciones.
Por todo ello, no parece que vayan muy desencaminadas estas especulaciones y, según fuentes próximas a Radio Bemba, Suiza podría convertirse en país preferente para utilizar sus filiales como vía de entrada de compañías de terceros países en Cuba. De hecho, la prestigiosa cadena de hoteles alemana, con sede corporativa en Suiza, Kempinski, ya ha anunciado su entrada en Cuba.
Y a nadie se le escapa la posición de privilegio de la banca suiza en la arena internacional, ni las relaciones particularmente estrechas que la confederación ha mantenido con la Isla a lo largo de todos estos años. De hecho, Cuba es actualmente uno de los países prioritarios para la cooperación internacional de Suiza ya que este país considera que hay un buen potencial en las relaciones económicas con Cuba en el periodo que se abre.
A la salidad del citado encuentro, portavoces de ambas delegaciones también señalaron la disposición en ampliar los vínculos de cooperación hacia otras áreas de interés común como turismo, energía, biotecnología, agroindustria y cultura. Asimismo, según informaciones de la prensa oficial, abordaron diversos temas de la agenda regional e internacional.
