Con un fuerte sentimiento de nostalgia, muchos cubanos recibieron la noticia de que el Hotel Internacional de Varadero, el principal polo turístico del país, comenzó a ser demolido, para erigir en su lugar otro mucho más grande. Con un fuerte sentimiento de nostalgia, muchos cubanos recibieron la noticia de que el Hotel Internacional de Varadero, el principal polo turístico del país, comenzó a ser demolido, para erigir en su lugar otro mucho más grande.
Porque el Internacional, con sus 200 habitaciones, se convirtió desde su edificación por el multimillonario estadounidense Irenée Fupont a finales de la década de 1950, en el símbolo de un Varadero que comenzaba a abrirse como centro turístico de preferencia para dejar atrás el ambiente de pueblo marinero con pintorescas casonas de madera en forma de bungalows.
Según las autoridades cubanas del sector, el nuevo Internacional será un conglomerado de más de mil habitaciones cinco estrellas a cargo de la Asociación Económica Internacional Arcos-BBI (Bouygues Batiment International).
Aunque el viejo hotel fue el no va más en sus años de esplendor, se dice que desde hace tiempo no cubría las expectativas de los miles de turistas que visitan el balneario.
No obstante, deja una especie de estela en el recuerdo, pues el que se erija en su lugar tendrá una onda retro inspirada en su predecesor, con elementos típicos de la arquitectura cubana de los 50 e incluso parte del mobiliario original que será preservado, aunque muchos aseguran que “nunca será lo mismo”.
