Los recientes y estimulantes datos sobre el boom del turismo en Cuba reflejan algo incomprensible para muchos y que las estadísticas no parecen reflejar con exactitud, pues mientras la llegada de turistas se incrementa a saltos, las ganancias en el primer semestre fueron inferiores a las de igual etapa de 2014 cuando hubo menos visitantes. Los recientes y estimulantes datos sobre el boom del turismo en Cuba reflejan algo incomprensible para muchos y que las estadísticas no parecen reflejar con exactitud, pues mientras la llegada de turistas se incrementa a saltos, las ganancias en el primer semestre fueron inferiores a las de igual etapa de 2014 cuando hubo menos visitantes.
Algunos se preguntan cómo es posible que ello ocurra, si el Ministerio de Turismo (Mintur) no ha bajado los precios de sus servicios, y mucho menos piensan que los turistas que arriban a la isla sean más pobres o vengan en plan de ahorro.
Pero los más avispados aseguran que todo debe ser porque el Mintur y a la Oficina Nacional de Estadísticas e Información estén pasando por algo un dato importante.
¿Se reducen las ganancias o estas van a parar a otra parte? Es la pregunta que muchos se hacen y advierten que quizá, si las estadísticas comenzaran a tener cuenta a los negocios privados otros serían los resultados.
Y la respuesta puede ser sencilla, porque con las reformas se han multiplicado el número de habitaciones y restaurantes gestionados por particulares, entre cuya clientela abundan los extranjeros que sin duda dejan un dinero que no va directamente a las arcas del Estado, pero aumenta el bienestar de muchos cubanos.
