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España sigue sin plantearse una visita del jefe de Estado o de Gobierno a Cuba

Pese a la última decepción de la visita oficial española a Cuba, en la que ningún miembro de dicha representación consiguió reunirse ni con el presidente cubano, Raúl Castro, ni con su número dos, Miguel Díaz-Canel, primer vicepresidente del Consejo de Estado, el actual Gobierno español no piensa realizar ningún cambio sustancial en su estrategia. Pese a la última decepción de la visita oficial española a Cuba, en la que ningún miembro de dicha representación consiguió reunirse ni con el presidente cubano, Raúl Castro, ni con su número dos, Miguel Díaz-Canel, primer vicepresidente del Consejo de Estado, el actual Gobierno español no piensa realizar ningún cambio sustancial en su estrategia.

Fuentes de la Secretaría de Estado de Comercio han señalado a esta publicación que, al contrario de lo realizado por Francia e Italia, quienes sí han movilizado, respectivamente, a su presidente, François Hollande, y primer ministro, Matteo Renzi; España no piensa realizar un gesto de estas caractéristicas. Todo ello, pese a que tanto Renzi como Hollande sí consiguieron la deseada reunión con Raúl Castro.

Frente a esta realidad, el actual Gobierno español ha preferido acogerse a la situación de fin de legislatura para justificar que no sea posible planficar un viaje de estas características. Al tiempo, ha aplicado paños calientes al señalar que lo habitual es ser recibidos por los ministros homologables a los que se desplazan a un país, como en cierta forma habría sucedido en Cuba con las reuniones de Malmierca y Cabrisas con Soria y Guindos. Ello, pese a que el antiguo presidente español, Jose Luis Rodríguez Zapatero, y su primer ministro de Exterirores, Miguel Ángel Moratinos, sí que fueron recibidos en febrero de este año, cuando ya no desempeñaban ningún cargo, por el máximo mandatario cubano.

Además, más allá de lo cuestionable de que la acción exterior de un país responda a la planificación de una legislatura, y carezca de previsiones a medio y largo plazo; hay que recordar que ha sido este mismo gobierno el que hace tan sólo unos meses impidió al anterior Rey, Juan Carlos I, realizar una visita a la Isla. Una oportunidad que se podría haber aprovechado para fortalecer lazos diplomáticos.

Esta era la opinión de expertos como Antonio Gavilanes Dumont, presidente del Club Diálogos por la Democracia, quien en una conversación con esta publicación hace unos meses, señaló esta opción como una posibilidad intermedia y un primer paso para restablecer las relaciones de confianza entre los dos países. Una operación en la que el anterior monarca tendría un gran interés al ser Cuba el único país de Latinoamérica que no ha podidio visitar, más allá de una Cumbre Iberoamericana. Sin embargo, pese a importantes concesiones como la renegociación de la deuda, el Gobierno de Rajoy ha preferido dejar pasar estos 4 años sin realizar avances sustantivos en las relaciones interinstitucionales con el país caribeño.

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