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Un hijo de Fidel Castro, mediador para la llegada de la selección cubana de béisbol a EEUU

Una nueva señal de las cada vez más estrechas relaciones entre Cuba y Estados Unidos está a punto de producirse en la liga de béisbol norteamericana conocida como la Can-Am. En concreto, a partir de junio el equipo nacional cubano se unirá a esta competición y disputará hasta 19 series de tres o cuatro partidos contra los seis equipos de la misma. Una nueva señal de las cada vez más estrechas relaciones entre Cuba y Estados Unidos está a punto de producirse en la liga de béisbol norteamericana conocida como la Can-Am. En concreto, a partir de junio el equipo nacional cubano se unirá a esta competición y disputará series de tres o cuatro partidos contra los seis equipos de la misma.

Además, estos juegos no serán exhibiciones, sino que se tendrán en cuenta en la clasificación y estadísticas oficiales de la competición. Incluso existe una gran probabilidad de que algunas de las grandes estrellas cubanas de este deporte como Alexei Bell, Yunieski Gurriel, Ismel Jimenez y Yordan Manduley ya que estan compitiendo en equipos que también participan en esta competición.

Pero el verdadero nombre protagonista, o al menos el de mayor relevancia es el de Antonio Castro, nada menos que el hijo de Fidel quien ha sido el verdadero muñidor de este acuerdo. Castro, que es también el doctor de la selección cubana, se reunió con Dan Halem, el abogado jefe de la Liga Mayor de Beisbol.

Las negociaciones entre Castro y Halen incluso hacen prever que este tipo de “colaboraciones” se incrementarán en el futuro ya que se centraron en lograr un nuevo sistema para que los profesionales cubanos puedan llegar a jugar en las Grandes Ligas de Estados Unidos; ya que hasta ahora solo pueden hacerlo después de pasar por rutas ilegales, a menudo poniendo en peligro sus vidas.

Uno de los obstáculos se encuentra en que los jugadores cubanos son una fuente de ingresos para la isla caribeña, y el embargo vigente impediría que en el caso de ir a EEUU pudiesen remitir parte de sus ingresos. Sin embargo, Cuba podría ser compensada utilizando una variante de acuerdos que ya existen con terceros países como por ejemplo la liga profesional de béisbol japonesa. Si bien es cierto que, para ello, el embargo tendrá que llegar a su fin, o, al menos, continuar flexibilizándose.

Las series empezarán con Cuba disputando hasta cuatro partidos en Quebec entre el 9 y el 12 de junio, antes de llegar a Estados Unidos. Allí, disputará tres partidos en Nueva Jersey entre el 28 y el 30 de junio. Un hecho cuyo precedente más cercano dato de 1999, referente tan sólo parcial ya que entonces se enfrentaron un equipo estadounidense y otro cubano, pero lo hicieron en la Isla caribeña. Se cree que esta será la primera vez que un equipo cubano disputará un partido de una liga regular estadounidense desde 1960.

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