La noticia de que Cuba cerrará 2015 con exportaciones pesqueras por unos 70 millones de dólares promovió en radio bemba sensaciones encontradas, porque muchos se preguntan cómo anda el acopio de productos del mar para el consumo nacional, pues en el mercado el pescado y los mariscos están ausentes siempre. La noticia de que Cuba cerrará 2015 con exportaciones pesqueras por unos 70 millones de dólares promovió en radio bemba sensaciones encontradas, porque muchos se preguntan cómo anda el acopio de productos del mar para el consumo nacional, pues en el mercado el pescado y los mariscos están ausentes siempre.
En realidad, tal resultado denota una recuperación en lo referido a la comercialización de langostas, camarones, tencas y otros renglones, pero aun está muy lejos de los enormes volúmenes de pesca de las flotas cubanas en las décadas de los setenta y los ochenta.
A estas alturas, quienes quieren degustar pescados y mariscos tienen que ir a un restaurante privado o estatal y pagarlo bien caro, u obtenerlo “por la izquierda” también a precios altos pero nada difícil, a no ser en las épocas de veda, cuando los inspectores y la policía andan a la caza de los pescadores furtivos, que aún así se las arreglan para abastecer a “sus clientes”.
Y a pesar de esa cierta recuperación, en radio bemba la opinión de muchos es que en lo inmediato los consumidores la tendrán aun más difícil, pues advierten que la sequía de este año dejó muchos embalses casi vacíos, y con ello, una merma sustancial en la pesca de clarias, tilapias y otras especies de agua dulce que paliaban la demanda.
