Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

La atención al mayor, un negocio poco atractivo

Con una bajísima tasa de nacimientos, una fuerte emigración de personas en plena edad de procrear y una esperanza de vida cada vez más alta, el envejecimiento de la población cubana es un problema cada vez más agudo al que las autoridades buscan soluciones de todo tipo. Con una bajísima tasa de nacimientos, una fuerte emigración de personas en plena edad de procrear y una esperanza de vida cada vez más alta, el envejecimiento de la población cubana es un problema cada vez más agudo al que las autoridades buscan soluciones de todo tipo.

Una de las iniciativas lanzadas desde los municipios son los cursos para cuidadores de los adultos mayores, que brindan una calificación elemental para enfrentar la atención a las personas que en número creciente llegan a esa difícil etapa de la vida.

Sus promotores advierten que atender a los viejitos no es sencillo, pues resulta necesario de ciertos conocimientos básicos para tratar patologías que con mucha frecuencia padecen los viejitos, y aprobar tales cursos –advierten- resultará imprescindible para quienes de forma privada se decidan a brindar este servicio.

Sin embargo, aunque el cuidado de ancianos puede ser rentable, son hasta ahora pocos los emprendedores atraídos por algo que implica alta responsabilidad y sobre todo demasiada dedicación.

Ese es un trabajo “para las monjitas” afirman algunos, que prefieren la atención a niños pequeños, para quienes hay cada vez más establecimientos que ofrecen a precios nada modestos todo tipo de atenciones y comodidades.

Más información

Scroll al inicio