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La economía cubana rompe la tendencia a la desaceleración

Marino Murillo, miembro del Buró Político del Comité Central del Partido y vicepresidente del Consejo de Ministros, ratificó hoy que el Producto Interior Bruto cubano crecerá un 4% en 2015, con lo cual se rompe la tendencia a la desaceleración de los últimos años. Marino Murillo, miembro del Buró Político del Comité Central del Partido y vicepresidente del Consejo de Ministros, ratificó hoy que el Producto Interior Bruto cubano crecerá un 4% en 2015, con lo cual se rompe la tendencia a la desaceleración de los últimos años.

El también titular de Economía y Planificación remarcó que si bien existen insuficiencias y reservas por explotar, ese es un buen resultado al superar el cierre del año anterior, cuando solo se logró un incremento de uno por ciento con respecto a 2013.

Murillo, ante diputados e invitados al VI periodo ordinario de sesiones de la VIII Legislatura del Parlamento cubano, resaltó que “el aumento fue posible porque se pudo disponer de anticipos de liquidez, contrataciones adelantadas de los créditos y de su ejecución, y por la tendencia a la baja en los precios de determinas materias primas”.

“La economía presentó un mejor ritmo, significó el titular al resaltar que los créditos tendrán este año una ejecución del 90%, que supera el comportamiento habitual del 70% de realización.

De acuerdo con Murillo, impactaron también en el desempeño de la economía las transformaciones implementadas en el sistema empresarial cubano, como la flexibilización de los objetos sociales, el control del combustible y la aplicación de la Resolución 17, que establece el pago por resultados.

Dijo a los diputados que, además, influyó que la esfera de la producción material incrementó su participación porcentual en el PIB de 59,3 en 2014 a 61,1, lo cual responde a los esfuerzos realizados por reanimar la producción local, en aras de que el país genere sus propias riquezas.

De ahí que significara el cambio de la estructura de las compras en el exterior, ahora dirigidas fundamentalmente a la adquisición de materias primas y no el producto terminado.

La Resolución 17 ha dado buenos pasos, pero aún existen problemas en su aplicación, añadió, al tiempo que recalcó: “no estamos en condiciones de realizar reformas salariales, la política debe ser producir más y con ello lograr mayores ingresos”.

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