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El Gobierno cubano ‘descolocado’ ante el aumento de la corrupción en La Habana

Los resultados de «la comprobación na­cional al control interno» realizada por la Con­traloría General de la República en los primeros nueves meses del pasado año en La Habana han hecho saltar las alarmas. Los resultados de «la comprobación na­cional al control interno» realizada por la Con­traloría General de la República en los primeros nueves meses del pasado año en La Habana han hecho saltar las alarmas. Según informa la prensa oficial, en 366 auditorías que se llevaron a cabo en 63 entidades, se hallaron pérdidas millonarias.

Miriam Marbán, contralora jefa de la capital cubana, ha sido la responsable de dar a conocer las conclusiones de la inspección que es la décima comprobación de este tipo realizad. Si bien quizá para difuminar la gravedad de los hechos no se ha especificado la cantidad exacta que se ha distraído.

Así, las distintas cifras se ofrecieron en pesos convertibles y no convertibles, lo que impide determinar el número de millones defraudados, que, no obstante, según el digital 14 y medio asciende a 267 millones entre las dos divisas cubanas.

Por su parte Marbán, reconoció los problemas haciendo auto crítica al señalar que no se ha avanzado en el control de los recursos como se había esperado. Del mismo modo, en un apunte de responsabilidades, incidió en la necesidad de una mayor «preparación, responsabilidad, exigencia y organización en los directivos».

La corrupción y el desvío de recursos ha sido uno de los temas que cada vez ha recibido mayor atención de las autoridades cubanas en su búsqueda por ofrecer imagen de seguridad jurídica para atraer las tan necesarias inversiones internacionales.

Así, por ejemplo, Gladys Bejerano Portela, contralora general ha enfatizado que las mayores afectaciones se han concentrado en inventarios, contratación, facturación, combustible, entrega y uso de la tierra, normas de consumo y mermas. El otorgamiento de los subsidios para la compra de materiales de construcción también ha sido blanco de críticas por la morosidad en la entrega de las ayudas y la falta de seguimiento en las obras.

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