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Los descapotables se cotizan por las nubes en La Habana

Radio Bemba

En el desquiciado mercado automovilístico de La Habana, donde un Peugeot de segunda mano vale lo que costaría un Mercedes 0 kilómetro en otro país, ha surgido una nueva estrella que alcanza precios estratosféricos: los viejos autos descapotables. En el desquiciado mercado automovilístico de La Habana, donde un Peugeot de segunda mano vale lo que costaría un Mercedes 0 kilómetro en otro país, ha surgido una nueva estrella que alcanza precios estratosféricos: los viejos autos descapotables.

Hace pocos años vender un almendrón era un buen negocio (y lo sigue siendo) pero las posibilidades eran nulas si se trataba de un descapotable, pues a ningún chófer le interesaba un auto con esas características para emplearlo como taxi.

Pero eso cambió sobre todo con la creciente llegada de visitantes estadounidenses. “Los yumas se vuelven locos por montarse en un descapotable y pagan lo que sea” dice la gente cuando los por las calles de La Habana rodando en un brillante “convertible”, con sobreros para protegerse del sol implacable y camaritas en manos filmándolo todo.

Y para muestra un botón, pues hasta John Kerry lo primero que hizo tras inaugurar la embajada norteamericana fue salir a pasear por La Habana Vieja en un descapotable.

En radio bemba se afirma que hay quienes viajan hasta los más recónditos lugares de provincias con un buen fajo de billetes en busca de descapotables, porque sin dudas el negocio de pasear a los yumas será cada vez más próspero y, como el cubano “inventa” otros han logrado hacer de un almendrón común y corriente un flamante descapotable.

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