El reciente anuncio del inicio de reuniones en todas las provincias para analizar los documentos que serán debatidos en el VII Congreso del Partido Comunista de Cuba a mediados de abril, no ha sentado muy bien en una parte de la militancia de base y sectores de la población. El reciente anuncio del inicio de reuniones en todas las provincias para analizar los documentos que serán debatidos en el VII Congreso del Partido Comunista de Cuba a mediados de abril, no ha sentado muy bien en una parte de la militancia de base y sectores de la población.
Muchos esperaban una discusión masiva de los que son calificados como documentos trascendentales, tal como ocurrió durante los preparativos del anterior congreso, cuando millones de cubanos pudieron brindar libremente sus opiniones, muchas de las cuales fueron recogidas en los “Lineamientos”.
Pero esta vez la discusión se limitará a los mil delegados al evento, diputados, dirigentes sindicales y de otras organizaciones, cuadros administrativos y representantes de las Fuerzas Armadas y Ministerio del Interior, pero hasta ahí y por añadidura, la nota oficial no decía de qué documentos se trata ni cuál su contenido.
Los militantes de base no han visto los textos de marras y menos el resto de la población, por lo cual hay quienes afirman que ese proceder en nada ayuda a hacer la vida política más democrática, e incluso un militante se preguntó públicamente en su blog si “solo mil personas pueden decidir los destinos del país”.
