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Nuevas revelaciones de presunta corrupción en torno a Lula afectarían a Cuba

Se ha producido un giro de 180 grados en la operación anticorrupción que investiga en Brasil las conexiones de la empresa estatal Petrobrás con una trama de sobornos, licitaciones públicas y financiación de partidos. El expresidente del conglomerado Odebrecht ha pactado colaborar con la fiscalía. Se ha producido un giro de 180 grados en la operación anticorrupción que investiga en Brasil las presuntas conexiones de la empresa estatal Petrobrás con una trama de sobornos, licitaciones públicas y financiación de partidos. El expresidente del conglomerado Odebrecth ha pactado colaborar con la fiscalía.

Después de negar durante meses que tuviese nada que revelar, menos de un año en prisión y una condena 19 años y 4 meses de cárcel por «corrupción, lavado de dinero y asociación criminal», han hecho cambiar de opinión a Marcelo Odebrecht. Así, quien fue el máximo responsable del conglomerado brasileño habría llegado a un acuerdo de perdón a cambio de su plena colaboración y una compensanción a la Hacienda pública.

De esta forma, se especula ya con que podría haber informaciones que afectasen al Puerto del Mariel en Cuba ya que su construcción, como parte de la Zona Especial de Desarrollo, estuvo a cargo del grupo Odebrecht. Allí, en menos de tres años, éste se encargó de realizar una terminal con capacidad para un millón de contenedores, un vial de acceso con 12 kilómetros de extensión y 70 kilómetros de ferrocarril de doble vía.

Pero el propio Marcelo Odebrecht reconoció en mayo pasado que fue el expresidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien abrió el camino para el acuerdo con las autoridades cubanas. Además, el Banco de Desarrollo de Brasil (BNDES) prestó a Odebrecht más de 1.000 de dólares para financiar la operación.

Un conjunto de hechos sobre los que la fiscalía brasileña ya ha barajado la posibilidad de que existiese un caso de tráfico de influencias y desvío de dinero. Presuntamente, según dicha versión, Lula habría influido en las autoridades cubanas para conceder contratos a Odebrecht, presionado al BNDES para conceder préstamos inflados y posteriormente desviar parte de ese dinero. La duda es si las nuevas revelaciones de Marcelo Odebrecht confirmarán estas sospechas.

Todo ello extiende cierta incertidumbre sobre las operaciones y los planes del grupo en el país caribeño. Odebrecht fue autorizado a principios de año a establecerse como usuaria de la ZEDM y ofrecer servicios, durante los próximos 15 años ampliables, de ingeniería y construcción a los potenciales inversores en la Zona.

Además obtuvo dos contratos en las ramas azucarera y de aeronáutica civil; y, de cara al futuro, evaluaba la posibilidad de solicitar a las autoridades cubanas otro permiso en el Mariel para el montaje y explotación de una planta productora de envases y embalajes plásticos.

Fuera de la ZDEM, Odebrecth también tiene previsto colaborar en la modernización y la ampliación de la terminal número tres del Aeropuerto Internacional José Martí, en La Habana para, en un plazo de dos años, duplicar la capacidad del aeropuerto. En concreto, debería encargarse de la importación de bienes y servicios necesarios para la ejecución del proyecto.

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