Los científicos cubanos se han sumado a la batalla contra el Aedes aegypti, trasmisor de unas cuantas enfermedades, y para ello investigan las vías para hacerlo estéril, el desarrollo de un agente que inhiba su crecimiento para evitar que llegue a la adultez, e incluso el empleo de una bacteria que restrinja la acción contaminante del zancudo. Los científicos cubanos se han sumado a la batalla contra el Aedes aegypti, trasmisor de unas cuantas enfermedades, y para ello investigan las vías para hacerlo estéril, el desarrollo de un agente que inhiba su crecimiento para evitar que llegue a la adultez, e incluso el empleo de una bacteria que restrinja la acción contaminante del zancudo.
Así lo aseguró el licenciado Omar Fuentes, entomólogo del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, de La Habana, quien explicó las bondades de atacar el mosquito desde que es una larva.
De esta forma se abre un frente más en la cruzada que llevan a cabo las autoridades para erradicar o al menos mantener a raya al trasmisor de dolencias tan peligrosas como el dengue y el zika.
Pero mientras los resultados de la ciencia llegan, se mantiene la insistencia en los métodos tradicionales, con fumigaciones constantes en todos los barrios de la capital, empeño que, según los entendidos, ha dado resultados, pero aún insuficientes, y por ello llaman constantemente a la población a colaborar, por las buenas, o no tan buenas.
Y así, ya son unos cuantos los que han sido reprendidos y multados, por intentar, reiteradamente, escapar de las desagradables pero necesarias fumigaciones.
