Las autoridades de la Isla han anunciado que algunas cooperativas que ofrecen alimentos y otros servicios podrán comprar suministros directamente a los productores del Gobierno y a puntos de venta mayorista. Las autoridades de la Isla han anunciado que algunas cooperativas que ofrecen alimentos y otros servicios podrán comprar suministros directamente a los productores del Gobierno y a puntos de venta mayorista. Es decir, algunas ex empresas estatales convertidas en cooperativas ya no tendrán que comprar en puntos de venta minorista más caros.
Odalys Escandell García, viceministra primera del Ministerio de Comercio Interior, ha destacado la «trascendencia» del anuncio que no es otra cosa que un paso más hacia la privatización del sector. Quizá por eso, a la búsqueda de la liberalización gradual que quieren impulsar las autoridades cubanas, esta medida no incluye aún la promesa de permitir que los restaurantes privados hagan lo mismo, lo que incrementaría su viabilidad comercial.
Pero las autoridades de la Isla prefeiren ir paso a paso después de entrgar el control de miles de pequeños establecimientos estatales a sus empleados. Ahora, los trabajadores de, por ejemplo, cafeterías o peluquerías alquilan los locales y compiten con las empresas privadas. El Gobierno también ha ordenado a unos 500 establecimientos estatales más grandes, que se conviertan en cooperativas como un proyecto piloto antes de que miles de otros sigan su ejemplo, según informa Reuters.
Respecto a esta ‘privatización’ del sector alimentario, las medidas, que entrarán en vigor el 2 de mayo, se producen sólo cuatro días antes de un Congreso del Partido Comunista que precisamente se espera revise y profundice ese camino comenzado hace cinco años; el de la liberalización economica.
Mientras que en cuanto al procedimiento a seguir, según informa la prensa oficial, se establecerán gradualmente puntos de venta mayorista para las cooperativas y con el tiempo, una serie de productos estará a su disposición a precios más bajos, junto con una rebaja impositiva a cambio de que se fijen controles a los precios en la oferta minorista.Y es que Cuba dio marcha atrás recientemente a un experimento para poner fin al control estatal de la distribución de los productos agrícolas, después de que los precios de los alimentos se dispararon.
