Las autoridades de La Habana parecen decididas a erradicar algo casi tan típico de las calles de la capital como los almendrones: los baches que proliferan en todas las vías, de las cuales el 70% están en malas condiciones según los especialistas. Las autoridades de La Habana parecen decididas a erradicar algo casi tan típico de las calles de la capital como los almendrones: los baches que proliferan en todas las vías, de las cuales el 70% están en malas condiciones según los especialistas.
Con ese objetivo acometen ya, incluso con el apoyo de brigadas de varias provincias, las reparaciones en las principales arterias y en otras no tan importantes, en las que verterán este año 250.000 toneladas de mezcla asfáltica.
Cuando los trabajos comenzaron, en Radio Bemba se comentó que ello se debía a la visita del presidente Barack Obama, pero todo indica que no, y que van para largo, pues tras décadas sin atención, hay que verter en las vías unas 300.000 toneladas de mezcla por año, durante un lustro.
Los conductores que antes se quejaban de los baches, ahora protestan por los atascos y desvíos que provocan los trabajos en importantes arterias como 23, Primera, Concha, o la Calzada de Güines, por mencionar algunas, pero como advierten muchos, con tal de que se eliminen los baches, bien valen la pena las incomodidades actuales.
Eso sí –argumentan- hace falta que no se pierda el impulso, que no se desvíen los materiales para otras cosas, y que se trabaje con calidad.
