Un paquete de resoluciones de varios ministerios que entrarán en vigor el 2 de mayo y que permiten a cooperativas y arrendatarios comprar directamente a las empresas productoras y mayoristas con precios más bajos y que a la larga reducirían los altos precios que sufre la población, ha despertado reacciones encontradas en los cubanos. Un paquete de resoluciones de varios ministerios que entrarán en vigor el 2 de mayo y que permiten a cooperativas y arrendatarios comprar directamente a las empresas productoras y mayoristas con precios más bajos y que a la larga reducirían los altos precios que sufre la población, ha despertado reacciones encontradas en los cubanos.
Muchos, optimistas, aseguran que tales medidas debieron instaurarse hace tiempo y que van por el buen camino, para beneficiar a la vez a los productores y a los consumidores, pues deducen que “los precios deberán bajar y se controlará la especulación”.
Otros, menos entusiastas, advierten que se beneficiarán solo una parte de los interesados, pues no incluye a buena parte de los privados, sobre todo en la gastronomía, que deberán continuar esperando que se abra para ellos un mercado mayorista que todos piden a voces.
Los escépticos, por su parte, aseguran que el beneficio previsto por esas resoluciones será prácticamente imperceptible para la población, pues “los precios altos no hay quien los baje y menos con el desabastecimiento y la ineficiencia del mercado estatal”, que según algunos “es el principal responsable de los altos precios de los productos”.
Pero sintomáticamente todos parecen coincidir en una cosa: “Ver para creer”.
