Desde hace días los comentarios andaban dando vueltas en Radio bemba con frases como “los viajes a la isla están en candela”, u otra más simple pero también más preocupante: “No hay pasajes hasta nuevo aviso”. Desde hace días los comentarios andaban dando vueltas en Radio bemba con frases como “los viajes a la isla están en candela”, u otra más simple pero también más preocupante: “No hay pasajes hasta nuevo aviso”.
Diariamente, Cuba y la isla de la Juventud, la segunda mayor del archipiélago, están unidas por una flotilla de catamaranes que transporta miles de pasajeros, pero ahora ese servicio pasa por una difícil situación que no se vivió ni siquiera en los peores tiempos de la violenta crisis económica de la década de 1990.
Según la empresa responsable, en mayo entraron en “reparaciones programadas” dos de los cuatro catamaranes que cubren la ruta de Batabanó a Nueva Gerona y hasta el exclusivo centro turístico de Cayo Largo del Sur, con lo cual se afectó el servicio, pero la cosa empeoró cuando los dos restantes presentaron “roturas inesperadas”.
Ante la parálisis de la transportación hubo incluso que arrendar un catamarán en el extranjero aunque sin suficiente capacidad para suplir la falta de los otros cuatro.
La empresa dice trabajar sin descanso para solucionar el problema, pero sin fecha fija para restablecer el servicio, lo que preocupa más por la cercanía de las vacaciones de verano, mientras solo queda la cara y ahora saturada opción de los viajes por avión.
