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Murillo reclama reformas que solucionen los problemas de liquidez de la Isla

El ministro cubano de Economía, Marino Murillo, ha puesto de relieve las dificultades por las que atraviesa la economía cubana al señalar que en el primer semestre del 2016, «un complejo escenario», caracterizado por por la caída de los precios internacionales del níquel y el petróleo, ha impactado en los ingresos del país generando dificultades de la liquidez El ministro cubano de Economía, Marino Murillo, ha puesto de relieve las dificultades por las que atraviesa la economía cubana al señalar que en el primer semestre del 2016, «un complejo escenario», caracterizado por por la caída de los precios internacionales del níquel y el petróleo, ha impactado en los ingresos del país generando dificultades de la liquidez.

Una intervención que va en la línea de lo señalado en la última reunión del Parlamento a finales de 2015, cuando las autoridades de la Isla ya avisaron de un recorte de las previsiones de crecimiento para 2016 como consecuencia de esa caída en los precios de las materias primas. Un motivo que ha llevado al ministro a destacar a la eficiencia energética como una de las necesidades del país.

Y es que, precisamente, como parte de ese análisis de las necesidades que actualizar en el modelo económico de la Isla, los parlamentarios cubanos tienen previsto analizar esta semana los documentos aprobados en el VII Congreso del Partido Comunista de Cuba que tuvo lugar el pasado mes de abril.

Así, se espera que las novedades más significativas sean las relacionadas con el programa de vivienda y con el servicio de transporte de pasajeros, así como sobre las inversiones en materia energética y de recursos hidráulicos. También se esperan abordar asuntos como el funcionamiento de las bibliotecas públicas y el uso de la lengua.

Asimismo, según señala la Agencia Cubana de Noticias, en sus declaraciones ante la Comisión de Asuntos Económicos de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Murillo destacó que el país caribeño continuará respaldando los servicios «vitales» a la población, así como el equilibrio monetario interno y los programas de inversión de los sectores estratégicos.

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