Ante el constante aumento de la llegada de turistas a Cuba, las autoridades del país andan buscando por todas partes las vías para aumentar y mejorar la planta hotelera, muchas de cuyas instalaciones, después de tantos años de uso, ya no cubren las expectativas de los visitantes. Ante el constante aumento de la llegada de turistas a Cuba, las autoridades del país andan buscando por todas partes las vías para aumentar y mejorar la planta hotelera, muchas de cuyas instalaciones, después de tantos años de uso, ya no cubren las expectativas de los visitantes.
Entre esas numerosas instalaciones llama la atención de Radio bemba el estado casi deplorable en que se encuentran los hoteles Neptuno y Tritón, que fueron de los primeros construidos a finales de la década de 1970 cuando la industria sin humo daba los primeros pasos.
“Dan lástima” dicen algunos cuando pasan cerca de las dos torres de 20 pisos, casi en desuso, cuyo deterioro contrasta aún más por la cercanía de los flamantes hoteles Meliá Habana, Panorama y un poco más allá la estrella del momento, el Four Points by Sheraton.
Los transeúntes más optimistas afirman que “lo que pasa es que todavía ninguna empresa extranjera le ha echado el ojo” y no se ha dado cuenta de que en el lugar donde están, justo frente al mar y en una zona de amplio desarrollo urbanístico, son “un diamante en bruto” que bien vale la pena pulir, como otros tantos de La Habana.
