Julio está llegando a su fin y los habaneros continúan esperando que “el segundo Periodo Especial” como lo calificaron las bolas apocalípticas que rodaron por Radio Bemba a finales de junio, haga su aparición al doblar de cualquier esquina, pero aunque algunos inconvenientes son más que evidentes y molestos, la crisis, al menos por ahora, no ha ido más allá. Julio está llegando a su fin y los habaneros continúan esperando que “el segundo Periodo Especial” como lo calificaron las bolas apocalípticas que rodaron por Radio Bemba a finales de junio, haga su aparición al doblar de cualquier esquina.
Ciertamente las autoridades anunciaron una serie de restricciones por la falta de liquidez que enfrenta el país y la disminución de los envíos de petróleo de Venezuela, pero aunque algunos inconvenientes son más que evidentes y molestos, en especial las restricciones impuestas en comercios y oficinas al uso de los aires acondicionados, la crisis, al menos por ahora, no ha ido más allá.
No obstante, hay algunos “daños colaterales” como la desaparición de productos tales como las velas, de cualquier tamaño y color, y las lámparas recargables, que “se desparecieron del mapa” cuando muchos corrieron a las tiendas en cuanto se olieron que volverían los apagones que, por ahora, solo son muy esporádicos.
Por otra parte, empresas y sectores han vuelto a recibir parte del combustible que se le retiró, y por ello, el panorama parece menos oscuro, aunque para algunos “es pronto para cantar victoria”, y para otros, “nunca será como en los años 90” porque el país está mejor preparado, pero -advierten- “la segunda vuelta no la aguanta nadie”.
