La Fox Broadcasting Company, fundada por el que un día fue el todopoderoso magnate de las comunicaciones Rupert Murdoch, con capacidad de hacer y deshacer Gobiernos, ha fijado su objetivo sobre el Ejército cubano. Un movimiento que no resulta casual sumidos, como estamos, ya en plena campaña de las presidenciales estadounidenses. La Fox Broadcasting Company, fundada por el que un día fue el todopoderoso magnate de las comunicaciones Rupert Murdoch, con capacidad de hacer y deshacer Gobiernos, ha fijado su objetivo sobre el Ejército cubano. Un movimiento que no resulta casual sumidos, como estamos, ya en plena campaña de las presidenciales estadounidenses.
Sabido es que la Fox es la cadena más conservadora de EE.UU., y que contar con su simpatía resulta providencial para todo aquel candidato republicano que no quiera perder a sus bases. Por ello, resultó significativo el enfrentamiento que el ya candidato del partido del elefante, Donald Trump, mantuvo con una de sus estrellas, Megyn Kelly, en plenas primarias de su partido.
Por ello, lo ha sido también el hecho de que ahora la cadena esté alineada con el multimillonario magnate neoyorquino. Y, quizá, más significativo aún, sean un par de movimientos que se han producido en curiosa sintonía; si bien lo cierto es que cuando se habla de Trump lo sorprendente sería la ausencia de vaivenes.
Cabe recordar que en lo que fue una muestra más de las diferencias de Trump con los candidatos republicanos más tradicionales, el neoyorquino había asegurado durante las primarias republicanas que su intención era la de respetar la política de apertura del presidente Obama hacia Cuba. Una postura en la que ha girado 180 grados.
Ahora Trump asegura que, si gana, romperá las relaciones establecidas con la Isla por el que sería su predecesor. Y también en estos días, la Fox se ha dedicado a desacreditar la supuesta apertura económica de la Isla; especialmente en todo lo que se refiere al Ejército cubano y a sus apéndices.
Es decir, GAESA, el apéndice turístico de las fuerzas armadas; Habaguanex, que regenteaba el historiador de La Habana Eusebio Leal, pero ahora controlado por los militares; y el Puerto del Mariel. Una serie de denuncias a las que también se están sumando en los últimos días otras cabeceras internacionales de signo conservador, lo que, sin duda, dificultaría un nuevo giro de Trump en la materia.
