Equipos de la empresa Aguas de La Habana están instalando en todas las viviendas de barrios de la ciudad relojes contadores del consumo de agua, como parte de las medidas para poner coto al despilfarro del líquido, algo imperdonable en un país donde la sequía hace estragos casi todos los años. Equipos de la empresa Aguas de La Habana están instalando en todas las viviendas de barrios de la ciudad relojes contadores del consumo de agua, como parte de las medidas para poner coto al despilfarro del líquido, algo imperdonable en un país donde la sequía hace estragos casi todos los años.
Hasta ahora el cobro del agua en las viviendas era más que simbólico, alrededor de un peso cubano (CUP) por persona al mes, como promedio, sin tener en cuenta que en la vivienda se gastara más o menos cantidad, mientras en escuelas y otros establecimientos públicos, ni siquiera eso.
Con los nuevos relojes todo indica que a medida que vayan siendo instalados las familias deberán pagar por lo que consumen, aunque en Radio Bemba todavía es una incógnita si se mantendrá el precio “simbólico” de la actualidad, si habrá una subida en las tarifas o incluso si vendrá algún tipo de recargo para quienes se excedan en el gasto.
Mientras, los operarios de Aguas de La Habana siguen diligentemente agujereando las ya maltratadas aceras, pero por suerte, advierten los vecinos, esta vez, concluido el trabajo de instalación de los relojes, no están demorando mucho en acudir otros trabajadores para cubrir con concreto los estropicios causados por sus predecesores.
