Pese a la apertura económica e internacional de la Isla que ha llegado de la mano del ‘deshielo’, los inversores internacionales continúan enfrentando una serie de problemas a la hora de hacer negocios en el país caribeño, que demuestran que todavía falta para su total reintegración en los mercados globales de capitales. Pese a la apertura económica e internacional de la Isla que ha llegado de la mano del ‘deshielo’, los inversores internacionales continúan enfrentando una serie de problemas a la hora de hacer negocios en el país caribeño, que demuestran que todavía falta para su total reintegración en los mercados globales de capitales.
Así, el Cuba Standard acaba de señalar que la problemática se estaría haciendo sentir incluso en proyectos tan atractivos para los grandes inversores foráneos como la ampliación del aeropuerto de La Habana, estimada en 500 millones de dólares; o aquellos relacionados con las energías renovables, que se estima requieran una inversión de 1.000 millones.
Los principales motivos habría que buscarlos en el temor a las sanciones que pueden venir aparejadas de la mano del embargo aún vigente por la vía del sistema judicial estadounidense, que atemorizaría especialmente al mundo de las finanzas; así como los problemas que aún afectan a la credibilidad de la deuda cubana.
Además, según ha señalado el economista Emilio Morales, de The Havana Consulting Group en un artículo en la revista bimensual especializada Business Report, que a su vez recoge El Nuevo Herald, la “falta de transparencia” de las instituciones financieras en Cuba es otro obstáculo mayor para la atracción de inversiones.
En este caso, ya no solo por EE.UU., sino porque cualquier entidad bancaria internacional requiere, por regulaciones del sector, necesita saber e informar de datos como “quién o qué entidad es el dueño del banco, cuánto dinero tiene o su cuenta de resultados”. Unos datos que, según ha recordado este experto Cuba no facilita.
No obstante, según ha apuntado Morales, la situación podría venir de la mano del reingreso de Cuba en instituciones financieras internacionales como la Corporación Andina de Fomento (CAF), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Fondo Monetario Internacional o el Banco Internacional de Reconstrucción y Desarrollo (IBRD).
Así, de la mano de estas, podrían venir las cooperaciones técnicas que acelerarasen la transformación del sector bancario cubano y proporcionasen al sistema de la Isla acceso a la financiación, la tecnología y la formación. En dicho contexto, serían elementos clave una mayor desregulación del sector financiero, mayor inclusión de las instituciones privadas y, en definitiva, una mayor voluntad del Gobierno.
