Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

El Mincex apuesta por la Fihav como evento clave para desatascar inversiones

Después de dos años de la entrada en vigor de la Ley de Inversión Extranjera en Cuba, la Fihav 2016, que está celebrando su 34 edición del 31 de octubre al 4 de noviembre, se prefigura como una ocasión clave para fomentar las inversiones, diversificar sus relaciones comerciales y, en definitiva, evaluar el estado de avance de la apertura y reformas económicas. Después de dos años de la entrada en vigor de la Ley de Inversión Extranjera en Cuba, la Feria Internacional de La Habana (Fihav) 2016, que está celebrando su 34 edición del 31 de octubre al 4 de noviembre, se prefigura como una ocasión clave para fomentar las inversiones, diversificar sus relaciones comerciales y, en definitiva, evaluar el estado de avance de la apertura y reformas económicas.

En este sentido, la directora general de Inversión Extranjera del Ministerio de Comercio Exterior e Inversión Extranjera (Mincex), Déborah Rivas, ha ofrecido, a través de una entrevista publicada en la prensa oficial, algunas pistas de lo que cabe esperar en estos días y a qué pueden atenerse los inversores internacionales.

Bejerano ha incidido así en que la inversión extranjera ya no es un complemento al esfuerzo inversor nacional; sino que se busca incrementar la participación de capital extranjero de tal forma que es considerado clave en determinados sectores y actividades. En este sentido, ha reafirmado una vez más la necesidad de atraer del orden de 2.500 millones de dólares para poder crecer entre el 5% y el 7%, anualmente.

Como sectores prioritarios a los que se busca destinar dicha invversión estarían: agrícola-forestal y alimentario, azucarero, industrias, transporte, construcción, turismo, energía, minería (especialmente níquel), salud, biotecnología, segmentos de los servicios turísticos y comercio mayorista.

Del mismo modo que la funcionaria del país caribeño ha citado como «actividades primordiales» las que impliquen transferencia de tecnología, encadenamientos productivos que contribuyan a elevar la eficiencia, sustitución de importaciones o un mayor nivel de exportaciones. Además avanzó que prevé que a finales de año se cierren nuevos negocios, fundamentalmente en los sectores de las energías, la construcción y el agroalimentario.

Bejerano también ha enviado una señal a EE.UU. al indicar que el embargo «es un camino complicado e incierto para la concreción y sostenibilidad de negocios importantes» ya que las empresas que quieran invertir en Cuba han de solicitar licencias específicas a agencias del Gobierno de su país. Una situación que frustra el potencial que considera se podría desarrollar entre los dos países en sectores como el de la energía, la salud, la biotecnología.

Igualmente, en clave interna, también ha mando un mensaje a los sectores más reticentes a las reformas al señalar que no están «satisfechos aún con la agilidad con que las empresas cubanas gestionan los procesos de negociación y se preparan para las contrataciones, en respuesta a los intereses presentados por los potenciales inversionistas extranjeros». Por ello, aseguró que el Mincex buscará «eliminar los obstáculos internos que dilatan la concreción de los negocios».

Más información

Scroll al inicio