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La resurrección del ‘polaquito’

Radio Bemba

El pequeñísimo Fiar Polski de la era socialista, más conocido como ‘polaquito’, parece haberse convertido en la salvación de quienes pretenden comprar un coche en un país como Cuba, donde tener un auto es una necesidad convertida en lujo por los estratosféricos precios en el mercado informal y en el estatal. El pequeñísimo Fiar Polski de la era socialista, más conocido como ‘polaquito’, parece haberse convertido en la salvación de quienes pretenden comprar un coche en un país como Cuba, donde tener un auto es una necesidad convertida en lujo por los estratosféricos precios en el mercado informal y en el estatal.

En Radio Bemba el ‘polaquito’, al que hace unos años muchos llamaban despectivamente “cajita de fósforos”, se ha revalorizado, pues además de tener el precio más bajo del mercado –unos 6.000 o 7.000 pesos convertibles (CUC) los que están en mejores condiciones-, “gasta menos combustible que una fosforera” según dicen los conocedores, y las piezas de repuesto se resuelven más baratas que las del resto de las marcas.

Porque según las cuentas que sacan muchos, el problema no es comprar el coche, sino después poder disfrutarlo, y para eso, opinan, “hay que tener una mina de oro” para pagar gasolina, gomas, baterías y servicios de mantenimiento.

“Hasta cuando se rompe da más resultado -afirma en broma un viejo chofer- pues como no pesa nada es fácil empujarlo, mientras que para los otros hay que llamar a la grúa, que cobra un CUC por kilómetro recorrido, y con ese precio, si estás muy lejos de un taller o ´botao´ en la autopista, mejor dejar el carro abandonado en la carretera”.

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