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La inhumación de Fidel Castro fue de carácter privado

Luego de una amplia cobertura en vivo durante los más de mil kilómetros que recorrió el cortejo fúnebre con la cenizas de Fidel Castro, así como las veladas efectuadas en las ciudades de Santa Clara, Camagüey y Bayamo, y finalmente el acto que resumió la víspera el presidente Raúl Castro, la ceremonia de inhumación de sus restos transcurrió en un ambiente privado. Luego de una amplia cobertura en vivo durante los más de mil kilómetros que recorrió el cortejo fúnebre con la cenizas de Fidel Castro, así como las veladas efectuadas en las ciudades de Santa Clara, Camagüey y Bayamo, y finalmente el acto que resumió la víspera el presidente Raúl Castro, la ceremonia de inhumación de sus restos transcurrió en un ambiente privado.

Sólo la multinacional Telesur, logró trasmitir unas pocas imágenes del cortejo camino del cementerio de Santa Ifigenia previo a la hora establecida, las 7:00 am.

Otro momento de privacidad fue el ocurrido en la Plaza de la Revolución José Martí, en La Habana, donde sus restos no fueron expuestos al numeroso público que acudió al memorial para rendir honores frente a sus condecoraciones y una foto en uniforme de campaña durante la lucha guerrillera en las montañas de la Sierra Maestra.

En esta ocasión, sus cenizas se mantuvieron en una urna de cedro en la sala Granma, en el vecino edificio que ocupa el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (MINFAR), donde por primera y única ocasión apareció su viuda Dalia Soto del Valle junto a sus hijos.

Gran impacto en la población cubana ha causado la voluntad expresa por Fidel Castro de prohibir cualquier manifestación de culto a la personalidad.

Y es que el Presidente y hermano del extinto líder, Raúl Castro, dio a conocer que por voluntad expresa de Fidel antes de morir, quedará terminantemente prohibido el culto a su personalidad, que su nombre no podrá ser empleado ni en calles ni avenidas, fábricas o escuelas u otras instituciones, así como la elaboración de bustos o construcción de monumentos, entre otras manifestaciones que serán llevadas al Parlamento en diciembre para su aprobación como Ley.

De esta forma, veinticinco minutos necesitó solamente el presidente Raúl Castro para dejar por sentado los principales logro de Fidel Castro en el ámbito local y su dimensión internacional durante el acto masivo celebrado en Santiago de Cuba, ciudad en la que reposan sus restos este domingo en el cementerio de Santa Ifigenia, Monumento Nacional, después del citado recorrido por carreta de casi mil kilómetros desde La Habana.

Raúl reconoció que Castro, como filosofía en vida, siempre convirtió los reveses en victoria. “La permanente enseñanza de Fidel es que sí se puede (…) Ese es el Fidel visto, que nos convoca con el ejemplo, que nos demuestra que sí se pudo, se puede y podrá”.

En tan escueta intervención, el orador no dejó pasar por alto las recientes amenazas de Donald Trump y los tiempos difíciles en la economía al puntualizar que “se podrá frente a amenazas y turbulencias”.

En la despedida de sus restos mortales en Santiago de Cuba estuvieron presentes numerosas personalidades internacionales y los presidentes de Venezuela, Bolivia y Nicaragua, entre otros. Durante los homenajes en La Habana estuvo presente el rey Juan Carlos.

Las cámaras de televisión no dieron cuenta de la presencia de la viuda e hijos en la tribuna.

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