Aunque las nuevas posibilidades para los emmprendedores que han supuesto las reformas económicas emprendidas por >Raúl Castro, potenciadas por la nueva coyuntura internacional, han supuesto un beneficio para un sector significativo de los habitantes de la Isla; la aún más considerable población afrocubana no puede decir lo mismo. Aunque las nuevas posibilidades para los emmprendedores que han supuesto las reformas económicas emprendidas por Raúl Castro, potenciadas por la nueva coyuntura internacional, han supuesto un beneficio para un sector significativo de los habitantes de la Isla; la aún más considerable población afrocubana no puede decir lo mismo.
En gran parte, como señala Americas Quarterly en un reportaje publicado en su página web, debido a la falta de acceso al capital de este sector de la población ya que entre un 70% y un 80% de los negocios de ‘cuentapropistas’ recibirían su financiación del envío de remesas por parte de familiares desde el extranjero.
Fundamentalmente de EE.UU. Pero, como también señala la mencionada publicación; hasta el 85% de la población cubano-estadounidense se idenfica o define a sí misma como blanca. Por lo tanto, existen escasas alternativas en un país en el que los salarios estatales impiden acumular un capital al ser de entre 20 y 30 dólares al mes.
Por ello resulta fundamental la expansión de acceso al crédito a través de los bancos estatales, pero estos cuentan todavía con muchas limitaciones como la falta de confianza en estas entidades que manifiestan una gran parte de los cubanos o que, en realidad, sus productos financieros solo son accesible a unas elites.
Y es que, aún cuando el Gobierno cubano ha ofrecido aproximadamente 135 milones de préstamos desde 2011; los procedimientos burocráticos, como las inspecciones que obligatoriamente han de realizar los inspectores gubernamentales, o los requerimientos de colateral resultan una carga inasumible para dicho sector de la población cubana.
